Inaugurado el nuevo e innovador centro penitenciario de Morón

La cárcel de Morón de la Frontera, inaugurada hoy, se ha concebido como un centro bioclimático, de color verde oliva igual que su entorno y con todas las comodidades para favorecer la reinserción de los presos, según ha dicho el secretario de Estado de Seguridad, Antonio Camacho.

Camacho ha inaugurado, junto a la secretaria general de Instituciones Penitenciarias, Mercedes Gallizo, este centro que se llamará Sevilla-2, hará el número 15 de las cárceles andaluzas y que empezará a recibir reclusos después del verano.

El centro cuenta con 1.214 celdas y las últimas innovaciones en materia de seguridad, así como su propia panadería, cocina donde se prepararán menús musulmanes y vegetarianos, piscina, polideportivo y una gran torre vigía de 50 metros de altura que controla varios kilómetros a la redonda y que constituye su rasgo más distintivo.

La cárcel está pintada de color albero y verde oliva, igual que los campos que la circundan, y en su construcción se ha buscado su integración en el entorno, el respecto a las vías pecuarias de la zona y a una villa romana del siglo IV, según ha explicado a los periodistas el arquitecto del centro, Luis González.

Las celdas son de dos camas, aunque en principio la ocupación será individual, y el penal cuenta además con 41 locutorios, 22 salas para visitas de familiares, otras tantas para encuentros íntimos vis-a-vis y una zona destinada a actuaciones judiciales por videoconferencia.

Entre otras novedades, la cárcel dispone de unas salas llamadas de "Comunicación en convivencia" pensadas para facilitar los encuentros de varias familias de reclusos, ha añadido el arquitecto.

En un acto de presentación desarrollado en el polideportivo, ante varias decenas de representantes de las fuerzas de seguridad, judicatura y sindicatos, Camacho ha dicho que en Morón "conseguiremos que algunos ciudadanos vivan un poco mejor y facilitaremos su reinserción en la sociedad, donde puedan disfrutar de nuevo de todos sus derechos".

Por su parte, Gallizo ha señalado que el penal aliviará la sobreocupación de los demás centros andaluces y está pensado para aproximar a los reclusos naturales de Sevilla a su provincia natal.

La secretaria general ha indicado que en septiembre empezarán a incorporarse la mayor parte de los futuros 600 funcionarios del penal y también empezarán a llegar reclusos, hasta alcanzar su máxima operatividad a mediados del año próximo.

El director del centro, José Vidal Carballo, hasta ahora al frente del Psiquiátrico Penitenciario de Sevilla, ha indicado a los periodistas que Sevilla-2 "funcionará como un pueblo autosuficiente", pues dispone de una panadería que fabricará su propio pan y bollería para el desayuno de 1.800 personas, su propia lavandería y cocina que se planteará como objetivo la dieta mediterránea equilibrada y la posibilidad de elaborar menús vegetarianos o musulmanes.

El centro tiene además una Enfermería con consultas de las especialidades médicas más demandadas, así como una sala de curas y posibilidad de enviar datos médicos y hacer consultas por internet.

Morón incluirá programas de tratamiento para internos condenados por violencia de género o agresión sexual y organizará unos "módulos de respeto" en los que los internos se responsabilizarán de sus propias normas de convivencia.