Un año para recuperar la memoria
Los Palacios
Sin recursos, pero con creatividad y voluntarismo, la restauración del archivo municipal incendiado ha sido posible en un tiempo récord.
Una de las muchas llamadas que se recibieron en el Ayuntamiento de Los Palacios hace justo un año, el día que el fuego arrasó el archivo municipal destrozando un importante patrimonio histórico y administrativo, fue de un vecino de Tarifa que ofrecía un archivador compacto que guardaba en un polígono industrial para sustituir al que había sido pasto de las llamas. En ese momento el archivero municipal, Julio Mayo, apenas alcanzaba a comprender de qué se trataba la oferta. El artilugio, un año después, se ha convertido en una sistema de almacenaje, definitivo y a coste cero. Un contenedor hermético donde guardar, con garantías, la memoria recuperada de un pueblo, que ya está a salvo.
El montaje del archivador, gracias a la pericia del palaciego José Carlos Arnás, es el culmen de una eficaz estrategia que ha permitido recuperar el archivo municipal en un tiempo récord. La falta de recursos, humanos, técnicos y económicos, se han suplido con la entrega de decenas de voluntarios locales, capitaneados por Mayo.
Todo estaba por ensayar en un desastre documental del calibre del ocurrido hace un año en Los Palacios, hasta el punto que ya hay un antes y un después en materia archivística. El rescate ha revolucionado los métodos de la archívistica y la Junta de Andalucía ha querido difundir la experiencia desarrollada no sólo por Julio Mayo, sino por voluntarios como José Gayango o Diego Vela, por citar algunos nombres, que han trabajado a destajo durante todo un año.
La memoria ya recuperada y devuelta a la Casa Consistorial es la administrativa. Los documentos históricos fueron intervenidos en un primer momento para evitar su deterioro y el crecimiento de hongos. Ahora están a salvo y a buen recaudo y, a medio plazo, serán objeto de una intervención técnica que contemplará varias soluciones. Y es posible que legajos se conviertan en piezas de museo.
Un año después, todo apunta a que pudo ser un accidente. Y el archivo ha mejorado. Se han tomado medidas, como la creación de un cortafuegos en el vestíbulo, así como un despacho para el archivero aislado del depósito documental y se han cegado los vanos exteriores para garantizar la seguridad.
El Libro del Becerro
Este viernes, a las nueve de la mañana, se celebra un acto de trabajo en el Ayuntamiento de Los Palacios. El Libro del Becerro, baluarte documental de Los Palacios, regresará al edificio consistorial tras permanecer justo un año custodiado en la caja fuerte de una entidad bancaria. A lo largo de este último año los técnicos han realizado hasta tres inspecciones para vigilar su conservación. A partir de este viernes queda de nuevo archivado en el Ayuntamiento.
Esta joya documental fue restaurada por última vez a lo largo de 2010 y, posiblemente, salió indemne de las llamas por la caja de conservación donde quedó guardado hace cuatro años. El libro data de la primera mitad del siglo XVII. Su título es Proceso judicial de amojonamiento y deslinde del término de Villafranca de la Marisma previo al proceso de enajenación de la villa que se inicia en 1630. Se trata de 22 cuadernillos de cinco pliegos manuscrita entre 1631 y 1644 donde en su mayor parte trata del tema de las lindes entre los municipios de la época, y cómo Felipe IV les concede su propia jurisdicción. Popularmente se le conoce como el Libro Becerro, por el material utilizado en sus cubiertas. Un hito más para la memoria colectiva de los palaciegos.
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