N-IV, la eterna pelea por el desdoble
El último accidente en Los Palacios ha vuelto a poner de manifiesto la necesidad de desdoblar la vieja carretera nacional. Los alcaldes se miran en el espejo de sus homólogos de la Ruta de la Plata.
A finales de los años noventa, la N-630 era la carretera más peligrosa de España. Cada semana había en ella uno o varios muertos en accidente de tráfico. La Ruta de la Plata, a su paso por la provincia de Sevilla, era más conocida como la Ruta de la Muerte. Un grupo de alcaldes de la comarca, tras años de cortes de tráfico y reclamaciones sin éxito, decidieron enviar cada semana un fax a la Moncloa con el resumen de las víctimas. Lo hacían cada viernes, para que el ministro de Fomento tuviera información puntual cada vez que acudía al Consejo de Ministros.
Aquello terminó dando sus frutos. Lentamente, tramo a tramo, el Gobierno fue construyendo la autovía A-66 y el tráfico, y por consiguiente el balance de muertos, de la N-630 fue bajando paulatinamente. Ahora, la carretera conocida como la Ruta de la Muerte se ha convertido en el mayor carril bici del mundo. Cada fin de semana cientos de ciclistas buscan las estribaciones de la sierra por una vía por la que apenas pasan ya coches.
En el espejo de ese grupo de alcaldes de la Vía de la Plata se miran los del Bajo Guadalquivir en una pelea que empieza a ser ya histórica: el desdoble de la N-IV. Desde el año 2001 hasta hoy, en el tramo entre Dos Hermanas y Jerez de la Frontera de esta carretera han muerto 90 personas, lo que la convierte en una de las vías más peligrosas de España. Esta semana se ha vuelto a registrar un accidente con dos heridos, a la altura del término municipal de Los Palacios. Como cada vez que se registra un siniestro en las inmediaciones de este municipio, el alcalde recuerda la necesidad de desdoblar la carretera y el estigma que supone para el pueblo que muchos vecinos se hayan dejado la vida en el asfalto.
Harto de oír promesas incumplidas y declaraciones de buena voluntad, el regidor palaciego se ha propuesto enviarle una corona de flores por cada muerto a la ministra de Fomento, Ana Pastor. Inspirado o no en sus homólogos de la comarca de la Plata, lo cierto es que la lucha por el desdoble de la N-IV está igual de justificada que la que aquellos alcaldes iniciaron hace casi veinte años.
Por la N-IV pasan a diario unos 40.000 vehículos, a razón de 20.000 por sentido. Es una vía que soporta un tráfico pesado, con un continuo paso de camiones, y sólo cuenta con un carril por sentido. Esto hace que muchos adelantamientos terminen en choques frontales, el tipo de accidente de tráfico más grave y que más muertos y heridos graves deja. Según los ayuntamientos de la zona, la crisis ha disparado además el tráfico en la N-IV. La alternativa es utilizar la AP-4, autopista de peaje que une Sevilla y Cádiz. El coste que tiene por trayecto para los vehículos ligeros es de 7,25 euros hasta Cádiz, cantidad que asciende hasta los 12,80 y 14,20 para los camiones, en función de su categoría. El precio del peaje sube cada año, por lo que no son pocos los conductores que recurren a la N-IV para ahorrar costes.
El debate sobre el desdoble salta a la luz pública periódicamente, cada vez que se registra un accidente grave en la carretera. El goteo de muertes es constante, pero en los últimos años ha habido una sucesión de siniestros especialmente negra. El accidente más grave ocurrió el 23 de octubre de 2010 en el kilómetro 588, en el tramo entre Los Palacios y Las Cabezas pero en el término municipal de Utrera. Un choque frontal entre un turismo y un camión acabó con la vida de cuatro personas.
Dos años antes, el verano de 2011, en dos días se registraron sendos siniestros en los que fallecieron cinco personas. Ambos accidentes ocurrieron en el tramo más peligroso de la carretera, al menos en el que registra más accidentes de toda la provincia de Sevilla. Es el comprendido entre los kilómetros 566 y 572 y corresponde a la variante de Los Palacios y Villafranca y al final de una larga recta que viene desde Las Cabezas y que ha sido un histórico punto negro de esta vía.
En estos ocho kilómetros se concentraron en menos de un año, entre septiembre de 2010 y agosto de 2011, cuatro accidentes graves con ocho víctimas mortales en total. En uno de ellos, ocurrido el 26 de septiembre de 2010, murieron dos ciclistas atropellados por un conductor sin carné ni seguro. Entre los fallecidos estaba el presidente del Polo Químico de Huelva.
La necesidad, por tanto, del desdoble, es más que manifiesta. El propio Gobierno lo ha reconocido en alguna ocasión. En agosto de 2011, en la última etapa de José Luis Rodríguez Zapatero, tras esta racha negra, el secretario de Estado de Infraestructuras admitía que se veía obligado a "corregir la situación" ante los "impactantes" accidentes que se sucedían en la N-IV. Este alto cargo del Ministerio de Fomento anunció que había ya un estudio informativo aprobado entre el tramo entre Dos Hermanas y Los Palacios para el desdoble, similar al que estaba ya en fase avanzada entre este municipio y Jerez de la Frontera, pero también admitía que la situación económica era difícil para poder construir una carretera nueva.
El Gobierno anunció el desdoble en el año 2004 y prometió incluirlo en los Presupuestos Generales del Estado en 2009. Llegó la crisis, se sucedieron los ejecutivos y en las cuentas de 2014 no hay ni un solo euro para el desdoble de la N-IV. El Gobierno del PP ha mantenido casi siempre el silencio en torno a esta cuestión, pese a que hay partidos como el PA que han llegado a denunciar a la ministra de Fomento, Ana Pastor, por homicidio como presunta responsable de las muertes en accidentes, más en un intento por llamar la atención del Ejecutivo central que de culpar de verdad de cada desgracia a la ministra.
Pastor no se ha pronunciado en público sobre la N-IV, pero sus hechos demuestran que el desdoble no es una prioridad para su departamento. La alternativa que aportan los ayuntamientos de la comarca, la de liberalizar el peaje durante el tiempo que falta hasta que se desdoble la carretera, tampoco parece ser vista con buenos ojos por Fomento, sobre todo teniendo en cuenta que el peaje sube año tras año de precio pese a la crisis. Mientras las arcas públicas sigan vacías, continuarán los cortes de tráfico, los accidentes y las coronas de flores al Ministerio de Fomento.
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