El IBI aporta el 62% de los ingresos por impuestos municipales
El IAE, que pagan las empresas con más de un millón de euros de facturación, no llega al 14%
Para entender por qué las alzas en el Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) se han convertido en la principal baza de los ayuntamientos para equilibrar sus cuentas vale uno de los datos recogidos en el estudio sobre la Administración Municipal en Andalucía de la Fundación Centro de Estudios Andaluces: el 62,3% de todos los ingresos que obtienen los municipios sevillanos por impuestos directos proceden de este recibo, a mucha distancia del segundo, el Impuesto de Vehículos de Tracción Mecánica, que genera el 17%. El peso del IBI en los ingresos por impuestos directos aumenta cuanto más pequeña es la población. Con todo, es la cifra más baja de Andalucía. En Málaga, el peso del IBI sobre el total de impuestos municipales supera, de media, el 75%.
Muy por detrás queda el peso del Impuesto de Actividades Económicas (IAE), que grava sólo a las empresas que facturan más de un millón de euros al año, y que en los municipios con más de 10.000 habitantes de Sevilla es del 13,8% con respecto al total. De ahí también que la captación de grandes empresas se haya convertido en la gran obsesión de muchos alcaldes. Las restantes provincias quedan por debajo del 10% en el peso del IAE. El estudio se ha hecho sobre los municipios con más de 10.000 habitantes, que son 36 de los 105 de Sevilla, entre los que está la capital y núcleos industriales de peso como Alcalá de Guadaíra y Dos Hermanas. Según el coordinador del trabajo, Clemente Navarro, también en este aspecto de la fiscalidad hay sustanciales diferencias con otros países del norte de Europa. Hay países que gravan menos sobre la propiedad que sobre la actividad económica o que gestionan una parte del IRPF.
Con todo, la elevada dependencia de los ayuntamientos de otras administraciones queda en evidencia con otra cifra que arroja el estudio: los impuestos que pueden recaudar y gestionar directamente apenas suponen el 40% de lo que necesitan para financiarse. Están a expensas pues sobre todo del Estado (de donde proceden el 72% de las transferencias corrientes que reciben los municipios andaluces) y en menor medida de la Junta (en torno al 20% del total).
El trabajo revela que hay también un camino por recorrer en la mejora de la recaudación de impuestos. De media, los municipios recaudan el 70% de los recibos que emiten, más en los más pequeños (75%). Estas cifras están muy por debajo, por ejemplo, de los impuestos directos nacionales, en los que la recaudación llega hasta el 85%.
En lo que respecta a en qué se gastan los ayuntamientos ese dinero, el estudio refleja que el 74% va a gasto corriente, a pagar los servicios y el personal que es necesario para prestarlos. El capítulo 1 del presupuesto, el de las nóminas, acapara prácticamente la mitad el 45,7% de media de ese gasto corriente.
Aunque no aparece reflejado en el estudio, hay localidades -muchas de las que están peor financieramente y han ido saltando a la prensa por sus deudas e impagos- en las que se ha llegado a duplicar ese porcentaje. La media del país está casi dos puntos por debajo. No obstante, los responsables del trabajo insisten en poner en cuarentena las comparaciones en tanto las realidades distintas de cada zona, como la Galicia rural.
Con respecto a la anterior oleada de este mismo estudio sobre la administración local -con datos de 2008 pero presentado en 2010- el gasto medio en personal de los ayuntamientos andaluces se ha incrementado. En concreto, entonces, acaparaba de media el 43% de los gastos, dos puntos menos que ahora.
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