"Ser tan cabezota me ha hecho crecer en mi carrera"
Daniel Diges
Entre las representaciones de 'La Bella y la bestia', musical que este domingo se despide de Sevilla, y las grabaciones de 'Tu cara me suena' transcurre la agenda de este solista.
Está feliz y no es para menos pues, desde que representó a España en Eurovisión en 2010, no para de recibir proyectos tan interesantes como La bella y la bestia donde, por vez primera en su trayectoria, da vida a un malvado, Gastón, gracias al que ha podido explorar otros matices interpretativos. Además, el concurso Tu cara me suena, de Antena 3, le ha convertido en un rostro más conocido aún gracias a las imitaciones de otros grandes cantantes. Casado con Alejandra, psicóloga y actriz, y padre de Galileo, de 4 años, Daniel Diges es un artista enamorado de su profesión que sueña con actuar en Broadway. ¿Alguien duda que tarde o temprano lo logrará?
-¿Su talento viene de fábrica o ha sido necesario mucha formación para alcanzar su calidad vocal?
-Hay mucho trabajo sobre todo. Ser tan cabezota me ha hecho crecer en mi carrera. Me han dado papeles en los que, por ejemplo, tenía que bailar y he pasado 20 horas en casa hasta que lo dominaba. Yo no he estudiado canto e incluso empecé tarde, con 18 años. Antes hice piano pero donde me he formado ha sido en los musicales.
-Con Gastón le ha tocado ser malo… ¿Le gusta?
-Muchísimo. Creo que es el personaje más rico que me ha tocado hacer.
-Va camino a Broadway...
-La verdad es que una de mis metas es irme allá. He tenido algunas ofertas pero, como mi inglés no es bueno. ¡Tengo que ponerme las pilas con el idioma! (risas).
-En casa tiene una psicóloga como compañera. ¿Eso le ayuda para cambiar el chip con sus personajes? Porque entre La bella y la bestia y las imitaciones de la tele…
-¡Si no me ve! (risas). Sí, claro. Me ayuda y me apoya. Estoy logrando muchas cosas gracias a ella. Es como si fuéramos dos en uno. La conocí dirigiéndome el personaje de Queen y recientemente hemos creado una empresa de eventos. No te puedes quedar parado en casa porque está todo fatal. Tenemos que tirar todos adelante.
-A usted los escenarios le han atraído desde pequeño… ¿Cree que habrá continuidad con su hijo?
-Desde luego madera tiene. Me admira mucho. Si te enseño vídeos suyos haciendo de Gastón, te partes (risas).
-¿También le gusta cuando lo ve en la televisión?
-¡Qué va! ¡Ahí pasa de mí!
-¿Le ha cambiado la vida desde Eurovisión?
-Claro que sí. Fue un punto de inflexión importantísimo. Me ha dado todo lo que estoy teniendo.
-¿Una fama agradable?
-Sí. No es una fama pesada de no poder salir y no moverte. Es de cariño.
-En La Bella y la Bestia cuentan que lo que vale es el interior de las personas... ¿Qué lugar ocupa la imagen en su escala de valores?
-La verdad es que importa. Con esta profesión te tienes que cuidar. He ido a muchos castings en los que me te piden que te quites la camiseta y, si no estaba como tenía que estar, te mandan atrás. En la tele quieren carnaza y hay que salir porque si no parece que no existes con lo que, en el fondo, somos esclavos de la imagen.
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