¡Oh, Fabio!
Luis Sánchez-Moliní
Capitanía y los “contenedores culturales”
Editorial
SEVILLA, decididamente, no tiene suerte con el Metro. Tras 30 años de espera para que comenzasen las obras de la línea 1 del Metropolitano -cuya construcción se terminó hace ahora algo más de un año con un coste muy superior al prometido y sólo a medias, pero cuya utilización por parte de los ciudadanos ha sido un rotundo éxito-, el escenario que se abre para la continuación de los trabajos de la red integral es incierto. En buena medida, debido a la situación de crisis económica y al fuerte plan de ajuste del gasto público decretado por el Gobierno central, que tendrá su correspondiente traducción en el ámbito regional y local. La Junta de Andalucía, institución competente en la materia, anunció ayer algunos detalles de los anteproyectos de construcción de las líneas 2, 3 y 4, cuyos proyectos técnicos aún no están -un nuevo retraso- completamente redactados. La conclusión que cabe sacar de los datos aportados por la Consejería de Obras Públicas es que la Administración autonómica se decanta por continuar con la obra -motivos políticos y electorales lo exigen-, pero piensa hacerlo al menor coste posible y sin demasiado entusiasmo en lo que se refiere a los plazos. En teoría, los trabajos de los tramos prioritarios, cuyo coste económico se cifra en 1.000 millones de euros, deberían comenzar a finales de 2011. Estos itinerarios -parciales- suman un total de 18 kilómetros, lo que supone un 43% del total de la red. Queda pues sin fecha cierta el 57% del resto de las líneas. Un porcentaje demasiado elevado si se tiene en cuenta que las restricciones al gasto público durarán años. Quizás, más de un lustro. Se construirá pues a medio plazo sólo una parte del Metro. Y, además, con la fórmula técnica más barata: sin tuneladora (lo que provocará una mayor afección a la vida ciudadana, al obligar a abrir tajos en puntos claves de la ciudad durante muchos meses seguidos) y a una profundidad escasa, con el fin de ahorrar costes. Ciertamente, seguir con las obras, aunque sea de forma parcial, es mejor que no volver a iniciarlas, pero la Junta debiera ser consciente de que la capital de Andalucía no puede conformarse con un Metro por partes y que, como en buena medida ha ocurrido ya con la línea 1, sea demasiado estrecho de costuras. Sevilla se merece y necesita un Metro integral. De primer nivel.
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