Notas al margen
David Fernández
El problema del PSOE-A no es el candidato, es el discurso
PASA LA VIDA
LA convocatoria de empleo en el consorcio aeronáutico Alestis es un oasis en el panorama laboral sevillano. Cien puestos de trabajo de ingenieros para hacer despegar los multimillonarios contratos concedidos por Airbus a Andalucía. Una buena noticia empañada porque se masculla la intención de Airbus de concentrar en Toulouse el I+D de su gama de aviones, confinando a las ciudades españolas con actividad aeronáutica como factorías de montaje y menor rango tecnológico.
Ya no está como dique Carlos Suárez al frente de la División de Aviones de Transporte Militar. Ha defendido bien los intereses de España en el reparto de la producción, hasta que el presidente de EADS, Louis Gallois, lo quitó del cartel. Somos periferia y no centralidad. Hay más riesgo de que las crisis, la globalización y las estrategias hagan replegarse a los grandes poderes sobre sus bastiones y no nos den bola.
El notable retraso en la construcción del A400M puede servir como cortina de humo para estas intenciones. Cuando el consejero andaluz de Innovación, Francisco Vallejo, solicita a los jerifaltes europeos de la aviación que respeten en Airbus la singularidad de la estructura aeronáutica española que le transfiere EADS, lo que está en juego no sólo es un nivel de producción y facturación sino también mantener un volumen importante de empleo cualificado, de ingeniería de alto nivel.
Sería una desgracia de proporciones históricas que cuando se vislumbran condiciones para diseñar y construir más y mejores aviones en su integridad (y no sólo partes de ellos), en la torre de control europeo se le diga al vuelo de la industria andaluza que tome tierra y se meta los ingenieros donde les quepa, o los mande a hacer las Américas.
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