Desde mi córner

Luis Carlos Peris

¿Quién hubiera apostado por un lugar en el Guinness?

14 de octubre 2016 - 01:00

UNA ascensión más espectacular y sostenida no se recuerda en la historia del fútbol español. Una trayectoria protagonizada por el Sevilla y que, tras un decenio de gloria, le ha permitido entrar por la puerta grande del libro de los records. Desde ayer se encuentra el club de Nervión en el Guinness World Records y lo disfruta con todo honor y merecimiento, sin posible discusión y como un hecho insólito en lo que va de siglo.

Desde la cinco Copas de Europa del Real Madrid, ninguna gesta similar a la de este Sevilla que sólo hace tres lustros se movía como Dios le daba a entender, comido de dudas y con una economía de guerra que Roberto Alés impuso como único antídoto. Aquel Sevilla que se sostuvo apoyado en un trípode que iba de los despachos al campo, desde Alés y Monchi a Joaquín Caparrós y que fichaba lo que nadie quería fue el principio de una historia de gloria y de plata acumulada.

Ahí ya andaba Pepe Castro entre los pucheros que iban cociendo la gloria y llegó José María del Nido afirmando que la deuda era calderilla, algo sin importancia que no podía dificultar el despegue. Y coincidiendo con un año de frustraciones llegó Juande Ramos para que se cantase bingo por vez primera en Eindhoven y que llegase a Nervión una catarata de éxitos y un aluvión de plata a la sala de trofeos de este Sevilla Fútbol Club al que le quedaba por vivir lo mejor.

Y lo mejor fue tras un gazpacho en el banquillo con una sucesión de moradores que no retomaban el hilo de la cometa. Pero llegó un vasco que no había salido apenas en las estampitas para relanzar a este Sevilla. Tres Liga Europea consecutivas como gesta insólita para volver a poner al Sevilla en todo lo alto. Desde ayer está en el Guinness World Records, el libro de las mejores marcas mundiales y sólo cabe el regocijo por una conquista que a ver quién hubiera apostado por ella.

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