El balcón
Ignacio Martínez
Motos, se pica
El microscopio
OCURRIÓ el pasado lunes, día en el que volvían a clase los más pequeños. En plena polémica por la tala de árboles en Almirante Lobo, la rama de un ficus de grandes dimensiones de los Jardines de Murillo obligó a desalojar la escuela infantil María Inmaculada. El incidente no hubiera pasado a mayores si no llega a ser porque fue la guardería elegida por la Junta, que es su propietaria, para que se tomaran fotos del inicio de curso. A veces la casualidad juega malas pasadas y Zoido no se libró de los árboles ni en la vuelta a clase.
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