Con efecto

Javier Mérida

El Betis, con dinero, ya tiene ocho equipos por encima

15 de julio 2013 - 01:00

NO está fichando mal el Betis, ni muchísimo menos. Es más, podría decirse que Stosic y los suyos, con la inestimable ayuda de Mel y la presión que éste ejerce -cuando oyó en Jerez lo de Braian Rodríguez echaba humo-, lo están haciendo de maravilla con los mínimos dineros que Bosch está dejando salir de la talega. El manido blablablá de la situación concursal suena ya a chino, máxime cuando están a buen recaudo parte de los dividendos del traspaso de Emana más todos los de Beñat y, además, el club sí despilfarra plata alegremente en cargos internos que nada o poquísimo aportan al club.

Bosch y asesores han debido pensar que su entrenador está obligado a un milagro anual a finales de mayo, que para eso lo han renovado unos añitos, y, amén de la fuga de canteranos, a la fecha apenas ha aterrizado Verdú con el cartel al que obliga la camiseta verdiblanca. Los demás, quizá salvo los guardametas, son apuestas con buena pinta que ojalá tengan más presente que futuro. Mientras, el Athletic le quita a Beñat, el Villarreal sí firma a Pina y Giovani, el Sevilla por fin hace las cosas con coherencia y la Real se llena de oro con la venta de Illarramendi. Si a éstos cuatro se le suman Atlético, Valencia y los dos de siempre, para el Betis la novena plaza ya sería un éxito el curso próximo.

Pero el problema es que, inmerso en la Liga Europa, le falta la segunda columna vertebral: un central contrastado que asome para jugar, un medio de cierre de garantías y, sobre todo, un delantero centro de verdad. Si en estos tres futbolistas no apuesta fuerte, el riesgo puede ser máximo. Verdú y Rubén Castro no pueden sostener un equipo arriba y en tres competiciones. Al Betis le faltan hoy más futbolistas de esa jerarquía. Y es cierto que ésos valen dinero, pero no lo es menos que el club heliopolitano lo tiene. Y está obligado a gastarlo (o invertirlo) ahora. Antes de que el balón eche a rodar.

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