La aldaba
Carlos Navarro Antolín
Los calentitos son economía productiva en Sevilla
NUEVA APERTURA
¿Se puede comprar de otra manera? ¿Es necesario renunciar al diseño para vestir de forma responsable? Verde Moscú tiene las respuestas para ambas preguntas, las mismas que se hicieron en su día los tres jóvenes emprendedores que están detrás de esta nueva tienda, que abrió sus puertas hace unos días en la calle Regina. Su propuesta: moda respetuosa con el medio ambiente y con los trabajadores que las elaboran pero también personal, exclusiva y con diseños novedosos.
Para la puesta en marcha de Verde Moscú "recorrimos varias ciudades buscando firmas que diseñaran ropa sostenible ecológica y socialmente", explica Manuel García, propietario junto a Manuel Fernández y Carolina Arcoya del negocio. Las primeras pistas les llevaron hasta Be cool, Be conscious (Beco), una plataforma que promueve una moda con ética y que les descubrió todo un mundo de posibilidades. Cada vez son más las firmas que apuestan por diseños artesanales y elaborados a base de textiles como el algodón ecológico, tintes y estampados naturales -sólo utilizan fijadores- o lanas y que apuestan por defender las bases de lo que se ha venido a denominar comercio justo.
En Verde Moscú ya pueden encontrarse diseños de firmas como Ananda Pascual, IOU Project - elabora camisas exclusivas con telas traídas desde la India- o Bíbico, entre otras. Pero el objetivo de Verde Moscú, que se ha instalado en el conocido como Soho Benita -en el triángulo formado entre la Alfalfa, la Encarnación y San Pedro-, es aprovechar también el talento de artesanos y diseñadores locales. Así, firmas como Indisorder o Calvente ya han empezado a colaborar con la tienda.
En definitiva, Verde Moscú propone para Sevilla un lugar donde encontrar prendas y calzado 100% sostenible, confeccionados a partir de materiales naturales y ecológicos y producidos en condiciones de trabajo dignas. Pero ese es sólo el principio del ambicioso proyecto de los tres jóvenes, que pasa también por "modificar la forma de comprar" acercando al consumidor final "la trazabilidad del producto explicándole desde de dónde procede la tela hasta quién la transporta pasando por quiénes participan en su elaboración".
Vede Moscú se concibe, por último, como un "espacio vivo" y su propósito es convertirse a partir del mes de enero en sede de cursos y talleres en los que clientes y artesanos puedan compartir conocimientos y experiencias.
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