Monticello
Víctor J. Vázquez
El auxilio de los fantasmas
opinión
EL pasado martes el Consejo de Política Fiscal y Financiera (CPFF), compuesto en mitades por el Gobierno y las CCAA, acordó con el voto en contra de Andalucía, Canarias, Asturias, y la "silla vacía" de Cataluña, fijar un tope distinto de deuda a todas y cada una de las autonomías. Esta decisión del CPFF apoyada por los Gobiernos central y regionales del PP se había tomado, en realidad, el día antes en la calle Génova, horas después de una cumbre Rajoy-Griñán en Moncloa, calificada como "positiva y cordial" por todas partes.
Por mayoría, el CPFF anuló su anterior acuerdo de mayo en el que se aprobaron todos los planes de ajuste, incluido el andaluz. En resumen y hablando en plata: mientras en 2013 Cataluña podrá emitir deuda para financiarse hasta en 4.300 millones más que lo fijado dos meses antes, y Valencia o Castilla-La Mancha en 600 y casi mil más respectivamente, Andalucía dispondrá de 2.735 millones menos de lo aprobado, en mayo, por el mismo CPFF.
¿Por qué, si los andaluces tienen menos deuda por habitante que el resto de los españoles e inferior a la media de las demás CCAA sobre su PIB, según datos del Banco de España? ¿Qué consecuencias tiene esta injusticia para nuestra tierra y nuestra gente?
La primera, que los próximos presupuestos de la Junta dispondrán -si el PP no rectifica- de esos 2.735 millones menos de ingresos vía deuda, por lo que la Junta deberá recortar gastos por la misma cuantía. De lo contrario, se nos amenaza, los "hombres de negro" del señor Montoro, que en realidad se apellidan Zoido y Sanz, escudándose en una torticera y manipulada lectura de la Constitución, "intervendrán" nuestra comunidad autónoma.
La segunda evidencia es que la fórmula Rajoy para salir de la crisis y el paro, bajando la prima de riesgo que se llamaba Zapatero, y también los impuestos sin tocar educación, ni salud, pensiones, dependencia, bienestar social ni desempleo…, lejos de lo prometido sólo traen a los andaluces más pobreza y sufrimiento, recesión y paro. Las administraciones ingresarán menos por lo que, después de todo, habrá más déficit del que se quería corregir.
Y la tercera. Con 2.735 millones menos para 2013 no se podrá estimular nuestra economía con inversiones públicas, avales y créditos para las empresas andaluzas; mantener el empleo público y/o los servicios básicos que nunca tuvimos antes de ganar la autonomía plena en el Referéndum del 28 de Febrero de 1980.
Ante esta agresión sin precedentes el pueblo andaluz, con su Gobierno a la cabeza se va a plantar: Zoido no será presidente de la Junta, de facto y por la puerta de atrás, ni Sanz su consejero de Hacienda en la sombra. Porque los andaluces elegimos libremente hace cuatro meses un gobierno de progreso para nuestra tierra.
Y porque no vamos a aceptar lo que el diccionario de María Moliner definiría, con toda precisión, como una puñalada objetiva a Andalucía.
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