Autodidacta en clase magistral

Tomatito comparte con 15 alumnos en Sevilla su forma de entender el flamenco · El tocaor almeriense anima a los jóvenes a "absorber todas las músicas que hay por ahí"

Tomatito ofrece su guitarra a uno de los 15 alumnos de la clase que impartió ayer en el Museo del Baile Flamenco.
Tomatito ofrece su guitarra a uno de los 15 alumnos de la clase que impartió ayer en el Museo del Baile Flamenco.
Patricia Godino / Sevilla

12 de abril 2011 - 05:00

Como aquel anuncio de una tarjeta de crédito, hay cosas en la vida que no tienen precio. Una de ellas puede ser, para los que aman la música y el flamenco en especial, compartir una tarde entera, entre el pasmo y la timidez, con Tomatito, referente indiscutible de la guitarra, como da fe su luminosa etapa como tocaor para el cante de Camarón y, tras la prematura muerte de éste, su posterior carrera como concertista en todo el mundo. Su manera instintiva, autodidacta, de entender el ritmo, la inquietud por asimilar otras músicas, una curiosidad infinita por aprender y su humildad en el escenario han llevado a José Fernández Torres, almeriense del 58, a ser protagonista de una carrera en la que figuran sus celebradas colaboraciones con Michel Camillo y a contar con la admiración de virtuosos como Pat Metheny, George Benson o Chick Corea, entre otros. Y sin embargo, o quizás por eso, Tomatito responde un lacónico "no lo sé" ante la pregunta: "¿Qué lugar cree que ocupa en el flamenco?".

Francisco José Polonio lo tiene claro: "Es de los mejores guitarristas que hay y ha habido. Lo que más me gusta son sus tangos y por bulerías", responde este joven que, junto a otros 14 alumnos, participó ayer en la clase magistral impartida por el músico almeriense en el Museo del Baile Flamenco de Sevilla, dentro de las actividades que programa la Fundación Autor y con la que recorrerá las sedes que la Sociedad General de Autores y Editores (Sgae) tiene en Bilbao, Valencia, Madrid y Santiago.

"Raro pero con mucha ilusión", se reconocía el músico minutos antes de comenzar la clase, anárquica e improvisada, que creció en naturalidad entre profesor y alumno a medida que avanzó la tarde. "Me pongo al servicio de los guitarristas, tiene interés ver cómo está la afición por aquí", apuntó el músico, que cree que "lo más complicado de transmitir es el ritmo; es algo innato".

Profesionales de la producción musical, aficionados que han hecho sus pinitos para acompañar el baile o el cante, alumnos de conservatorios y jóvenes compositores se dieron cita en una reunión en la que Tomatito estuvo acompañado del musicólogo Enrique Vargas, encargado de transcribir en partituras parte de su obra discográfica. Para llevar a lenguaje musical Vargas parte de la tonalidad Hijaz, basada, a su juicio, en la raiz árabe del flamenco, un término absolutamente novedoso para casi todos los presentes. Más allá de la teórica musical, lo que Vargas destaca es "su naturalidad, es un marciano; cuando toca con uno de jazz se le ve feliz, disfrutando". Y es que, como Tomatito explicó a sus alumnos, "cuando te juntas con músicos de jazz tocas por intuición porque no puedes cambiar de acorde con la rapidez que lo hacen ellos, se tardaría una vida en saber lo que ellos saben. Hay que absorber de todas las músicas que hay por ahí, pero tocando flamenco", aconsejó el músico.

Para Tomatito, "la guitarra está en muy buen momento, hay mucha afición, gente con ganas de aprender y ahora hay unos soportes maravillosos como Youtube que sirven para ver qué hace tal músico, cómo toca tal guitarrista". En la clase magistral, un consejo pesó sobre todos: "Por interés propio, la música te lleva a todos lados".

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