Alcalá rinde tributo al pintor Joaquín Sáenz

Las diáfanas salas del Museo de Alcalá de Guadaíra, que desde 2005 abren sus puertas en una antigua nave industrial, acogen hasta el 8 de diciembre la exposición La imprenta de San Eloy, de Joaquín Sáenz. La localidad ha querido completar con esta intimista colección, que es propiedad de la Diputación, su homenaje al gran maestro sevillano de la figuración. Un tributo que pasa también por la nueva serie editorial Palabra de Pintor, con la que el Museo conmemora su primer lustro de vida y cuyo número inicial dedica precisamente a Sáenz. Se trata, según Paco Mantecón, director de artes plásticas de la localidad, de una publicación que acercará al público, mediante una extensa entrevista, la trayectoria de un artista andaluz en su madurez. Esta primera entrega ha corrido a cargo del escritor y crítico de arte Francisco L. González-Camaño, cuyas Conversaciones con Joaquín Sáenz se enriquecen con un amplio aporte de fotografías más o menos inéditas en las que el artista posa junto a grandes amigos y maestros, como un jovencísimo Curro Romero, el recordado Alberto García Ulecia, Zóbel y hasta don Antonio Mairena.

Joaquín Sáenz repasa en el libro de González-Camaño muchos de los episodios vitales que asentaron su vocación pictórica. La relación con su padre, sus conocimientos litográficos, su amor por su bella esposa Carmela, la afinidad estética con Pérez Aguilera, Carmen Laffón o Teresa Duclós, su trabajo en Gráficas del Sur... son evocados con esa voz sentenciosa y apasionada por el arte jondo que le caracteriza.

Sus amigos y discípulos, como Félix de Cárdenas, Ricardo Cadenas, José Soto, Laffón y Duclós, entre muchos otros, acudieron en tropel a la inauguración de la muestra hace un par de semanas. El acto tuvo un marcado carácter laudatorio y durante el mismo, el alcalde alcalareño, Antonio Gutiérrez Limones, elogió la trayectoria pictórica de Joaquín Sáenz y defendió el papel principal que cumple el museo en la cultura de esta ciudad de grandes paisajistas, como Sánchez Perrier, y su voluntad de seguir apostando por él, pese a la crisis.