Un reconocimiento "esperado desde hace mucho" por sus compañeros
Los autores destacan la versatilidad y la audacia como grandes virtudes del escritor
El jerezano José Manuel Caballero Bonald recibió ayer emocionado la noticia de la concesión del Nobel a Vargas Llosa, porque sabía que su amigo "por estas fechas" se ponía "nervioso" cuando sonaba entre los favoritos al galardón y ahora, por fin, la "acertada" decisión de la Academia sueca "lo habrá tranquilizado, después de tantos años". El autor de Ágata Ojo de Gato y Manual de infractores aseguró en declaraciones a este periódico que la distinción reconoce a "un gran narrador que ha indagado positivamente en el lenguaje, un creador nato, lleno de vitalidad", que además de su talento en el terreno de la narrativa posee una impresionante lucidez para el ensayo. Para Caballero Bonald, sus trabajos sobre García Márquez y Juan Carlos Onetti deben verse como dos "ejemplos de la visión con que un autor interpreta a otro. A mí me ha enseñado mucho", admite el poeta y novelista.
Otro maestro andaluz que ha coincidido con Vargas Llosa en numerosas ocasiones a lo largo de su biografía, el sevillano Julio Manuel de la Rosa, coincide en destacar la versatilidad del escritor de novelas "extraordinarias como La ciudad y los perros, La casa verde o La fiesta del Chivo". Además de su virtuosismo en la elaboración de ficciones, Julio Manuel de la Rosa resalta "su condición de crítico practicante" capaz de explicar a un autor "y contagiar su entusiasmo por él", como ocurre con los textos que Llosa dedicó a Flaubert y Madame Bovary, La orgía perpetua, y a Onetti, ensayos "modélicos" que demuestran que el peruano "no es el creador sin teoría, sino un creador capaz de teorizar en profundidad".
Narradores de otras generaciones señalan la misma admiración hacia Vargas Llosa. El peruano afincado en España Santiago Roncagliolo señaló en conversación telefónica que el premiado es "uno de los escritores más audaces y arriesgados, alguien que en cada novela trata de asumir nuevos riesgos, algo que no suele darse en escritores establecidos". Según el autor de Tan cerca de la vida la concesión del Nobel al creador de Pantaleón y las visitadoras supone un capítulo "curioso", ya que "es un perfil muy Nobel, en el sentido de que es muy comprometido con la sociedad, pero las suyas no son las ideas que suele respaldar el galardón, lo cual habla de la buena salud del premio".
Por su parte, su compatriota Fernando Iwasaki aseguró a Efe que la concesión del Nobel a Vargas Llosa es "una alegría para la lengua española" y un galardón muy merecido para el mundo de las letras. El narrador apuntó que es un premio "muy justo y esperado desde hace tiempo" y destacó que España recibirá este premio como suyo, igual que lo harán países como México, Chile o Perú, y en toda América Latina. Para Iwasaki, el nuevo Nobel es un "referente para los escritores de la generación del 60 en adelante".
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