El Centro Velázquez crece desde Yale
John Marciari, descubridor de 'La educación de la Virgen', quiere que el cuadro se estudie en España junto a 'La Inmaculada' de Focus · El óleo se restaurará, posiblemente en EEUU, antes de que llegue a ser exhibido
El protagonismo de Sevilla en la noticia del hallazgo del cuadro La educación de la Virgen no es simple chovinismo. De ser confirmada la autoría del óleo, que ha permanecido más de 80 años oculto en los sótanos del Museo de Arte de la Universidad de Yale (EEUU) y ha sido descubierto por el especialista en pintura española e italiana John Marciari, pasaría al catálogo de obras tempranas de Velázquez, es decir, aquellas pintadas en Sevilla. Fue en la capital hispalense, primero en el taller de Francisco Pacheco -donde también inició su formación artística el granadino Alonso Cano-, donde Velázquez dio sus primeros pasos como pintor independiente, dando ya muestras de una notable seguridad técnica y gran originalidad compositiva, características que le acompañarían siempre.
Precisamente, el Centro de Investigación Diego Velázquez de la Fundación Focus Abengoa tiene, desde Sevilla, un propósito muy claro: "arrojar luz sobre un periodo decisivo en la obra de este pintor universal", explica su director, Benito Navarrete. Creado a partir de la adquisición, en subasta pública en 2007, de Santa Rufina, el centro parece haberse especializado en fomentar el debate de la comunidad científica en torno a obras de autoría incierta. Así fue con Santa Rufina, objeto de estudio en la exposición En torno a Santa Rufina: Velázquez de lo íntimo a lo cortesano); y, recientemente, lo ha sido con la Inmaculada de Deán López Cepero, cuadro que suscitó entre los expertos uno de los enfrentamientos dialécticos más apasionados (Jonathan Brown defendía que se trataba de una pintura de Velázquez, en contraposición a la tesis de Pérez Sánchez, que la consideraba realizada por Alonso Cano en su periodo de formación en Sevilla). Tras el análisis del lienzo y los estudios radiográficos, la obra se atribuye ahora al joven pintor sevillano, tras abandonar el obrador de su maestro, Francisco Pacheco, entre 1618 y 1620. El análisis técnico de la Inmaculada por parte del Museo del Prado ha sido posible gracias a un acuerdo entre la Fundación Focus-Abengoa y la pinacoteca, por el que la empresa patrocinará la exposición Murillo y Justino de Neve, que tendrá lugar en 2011, siendo un magnífico modelo de colaboración entre lo público y lo privado.
El propio Marciari ha apuntado su deseo de que La educación de la Virgen, fechado entre 1615-17, viaje a Madrid y a Sevilla para que pueda ser confrontado con otras obras tempranas de Velázquez. En cualquier caso, antes de su exposición pública, el cuadro se restaurará "posiblemente en Estados Unidos", según Navarrete .
De lo que no hay duda es que ya se está trabajando para que el lienzo viaje a Sevilla. En la capital hispalense, el Bellas Artes cuenta entre sus fondos con el retrato Don Cristóbal Suárez de Ribera y el Centro Velázquez tiene en su colección además de la Santa Rufina y la Inmaculada el óleo La imposición de la casulla a San Ildefonso, última obra que pintó el artista antes de irse a Madrid, y cedida temporalmente por el Ayuntamiento de Sevilla a Focus.
Para Benito Navarrete, el impulso del centro ubicado en el Hospital de los Venerables pasa necesariamente por la sinergia entre instituciones. "Creo que es hora de que tanto la Junta de Andalucía, a través de su Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico, como el Museo de Bellas Artes, unan sus esfuerzos en un proyecto común. Sólo desde un trabajo interdisciplinar, que integre a la universidad, la consejería, el Ayuntamiento y la Fundación Focus, se podría dar el empuje decisivo al proyecto".
En el caso de La educación de la Virgen el intercambio de información científica "ha sido fundamental, tanto por parte de Salvador Salort, que compartió y nos pidió opinión en 2005 cuando Marciari consultó con él sobre este cuadro, como con el propio Marciari, que está muy interesado en que la obra venga a España y pueda estudiar se junto a la Inmaculada", añade.
Uno de los casos recientes y más exitosos de cooperación entre instituciones ha sido la exposición El Joven Murillo patrocinada por la Fundación BBK y la Consejería de Cultura, como recuerda Navarrete, quien ha sido su comisario junto al profesor Alfonso E. Pérez Sánchez. "Hay capital humano, empuje privado y mucha pasión. Sólo necesitamos sentido común en lo público para que se catalicen esos esfuerzos en un proyecto unitario, para que salgan ganando el ciudadano y Sevilla, que brilla con luz propia en este asunto".
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