Celebración de la danza con Roberto Torres

A muchos representantes de instituciones y empresas culturales les sorprendería, si miraran de cerca el fenómeno, el apabullante caudal creativo que ofrece la danza contemporánea en España en este contexto de crisis económica que amenaza la estabilidad de tantas compañías, desde las oficiales a las independendientes. Especialmente dirigido a quienes, teniendo que tomar decisiones presupuestarias, consideran que un recorte a la cultura es un mal menor sin consecuencias económicas ni sociales, el texto que el bailarín bonaerense Julio Bocca ha escrito para conmemorar el Día Internacional de la Danza ofrece una defensa con mayúsculas de esta expresión artística. "La danza es disciplina, es trabajo, es enseñanza, es comunicación. Con ella nos ahorramos palabras que tal vez otras personas no entenderían", defiende Bocca.

El Día Internacional de la Danza se conmemora, según decretó la Unesco, cada 29 de abril. En Sevilla, la celebración tendrá hoy un anticipo en la sala La Fundición, sede del ciclo Ahora! Danza. Allí, a las 21:00, se leerá el Mensaje escrito por el argentino tras la representación de uno de esos espectáculos que está creando afición en España y parte de Latinoamérica: Los zuecos van hacia sus buenos hábitos, del tinerfeño Roberto Torres. Una gira por siete países y más de 40 funciones son hasta la fecha el saldo de este montaje, que cuenta con la dirección del coreógrafo y psicólogo canario Daniel Abreu. La obra "coloca al espectador en un lugar de la psique. A partir de un espacio escénico muy limpio y diáfano, por donde se mueve el único personaje en escena, guiamos al público por distintos estados y conexiones mentales", explica Roberto Torres, que se enfrenta en solitario a esta propuesta mientras busca recursos para garantizar el trabajo a los seis miembros de su prestigiosa compañía, Nómada Danza. "En Canarias, los bailarines aprovecharemos el Día de la Danza para fomentar el asociacionismo. Necesitamos unirnos en este momento tan incierto. La crisis es sólo la excusa para vaciar de contenidos los proyectos culturales", defiende desde Sevilla.