Antonio Oyarzábal | Crítica
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Música
Diario de Sevilla ha planteado a diversos especialistas tres cuestiones claves sobre el recorte presupuestario a la Real Orquesta Sinfónica de Sevilla por parte del Consistorio. Son las siguientes: ¿En qué ha mejorado la oferta cultural de la ciudad desde que Sevilla cuenta con la Orquesta Sinfónica? ¿Cómo cree que afectará esta reducción de presupuesto al funcionamiento de la ROSS durante este año? ¿Cree que está justificado recortar en tiempos de crisis la partida destinada a un proyecto de la relevancia de la Sinfónica?
Concepción Fernández (directora del Cicus de la Universidad de Sevilla). “Es el momento de incrementar las alianzas entre instituciones públicas y privadas”
“La oferta cultural ha mejorado en calidad y en cantidad. La incorporación de la ROSS a la oferta cultural de la ciudad ha supuesto la incontestable ventaja de ofrecer una programación estable, que genera expectativas, que crea hábitos culturales saludables, que establece parámetros de comparación… Siempre con la garantía de que la ROSS nunca nos va a defraudar. Por todo ello, la reducción del presupuesto, ya sea para la ROSS o para cualquier otra institución o programa cultural es siempre una mala noticia; todos la estamos sufriendo, de manera que tal vez sea el momento de incrementar las alianzas y la colaboración entre las distintas instituciones públicas y privadas para que, con el concurso de todos, se pueda seguir apostando por una oferta cultural de primer nivel como la que representa hoy la ROSS en nuestra ciudad. En este sentido, la Universidad de Sevilla se incorporó en 2009 a la lista de patrocinadores y colaboradores de la ROSS, con las ventajas que de ello se derivan para la orquesta, para la comunidad universitaria y de modo muy especial para nuestros jóvenes estudiantes”.
Soledad Becerril (diputada popular y ex alcaldesa de Sevilla). “Me alegro de que el Ministerio y la Junta hayan tenido una visión de más alcance”
La creación de la Sinfónica en 1990 supuso un logro fundamental para la cultura de esta ciudad. Por supuesto, la reducción del 20% a la Sinfónica y de más del 70% al Teatro tendrá consecuencias directas en la programación de la ROSS y del Maestranza. En la ROSS repercutirá directamente en los salarios porque la Orquesta no tiene más, con el dinero que le dan los patronos sólo puede pagar las nóminas y contratar a los solistas de la temporada de abono. Así que habrá recortes en eso: en la presencia de más músicos, sean solistas invitados o aumentos para programar obras de mayor alcance. Y eso supone tocar el ser, la esencia, de una gran Orquesta Sinfónica. En cuanto al Maestranza, bajará el nivel de la programación, nos guste o no, porque eso sucede siempre que se recortan los presupuestos. El problema de fondo, en mi opinión, es que el Ayuntamiento de Sevilla prefiere hacer otras cosas. Crear empresas municipales y agencias deficitarias. Llenar el Consistorio de empleados del partido político afín al Gobierno. Espero que este gesto tan insolidario con la Orquesta y el Maestranza le pase factura al equipo del alcalde porque ni la ROSS, ni el Teatro ni, sobre todo, los ciudadanos de Sevilla se lo merecen. Lo malo es que, en el fondo, a quien va a pasarle factura es a la propia ciudad de Sevilla. Me alegro muchísimo de que el Ministerio, la Junta y la Diputación no hayan disminuido sus partidas para el Maestranza. Demuestran así que tienen una visión de mayor alcance que el Ayuntamiento hispalense”.
Juan Antonio Maesso (director del Festival Internacional de Danza de Itálica). “La cultura vale dinero y quien pagará esta reducción será la partida artística”
“No me gustaría ponerme hagiográfico, porque uno es algo escéptico, pero me sale del corazón comentar que la aparición de nuestra Orquesta Sinfónica supuso equipararnos a cualquier ciudad media europea, lo que sencillamente significa que esta extraña ciudad se encaminaba a la normalidad cultural. ¿Por qué no nos preguntamos, por ejemplo, lo que para muchas personas supone, un jueves o un viernes de alguna semana, o durante todas las semanas para los que son abonados, tener la posibilidad de asistir y escuchar en directo ese maravilloso repertorio clásico, antes vedado, o ceñido al disco de vinilo o al CD (que tampoco está mal, ésa es la verdad)? Porque a veces es mejor salir de casa, ir al teatro, sentarse cada uno en su butaca, ver y escuchar cómo cada uno de los profesores de la orquesta afinan sus instrumentos, con ese cariño, como si acariciaran a sus hijos; aplaudir cuando aparece el director de la orquesta, y quedarse atónito cuando esa partitura que tantas veces has disfrutado solo o con amigos sale impecablemente exhalada de la canopia, y entonces te dices a ti mismo: ¡qué bien, qué disfrute, qué a gusto me siento ahora en Sevilla! Si parece, no más, como diría un mexicano, que estoy en Europa.
Nuestra Orquesta Sinfónica, es evidente, pasará por momentos delicados. La cultura vale dinero, como todo. Yo de presupuestos sé lo estricto, pero es fácil colegir que los gestores de la Orquesta Sinfónica de Sevilla pasarán por antipáticas dificultades. Porque, me explico, cuando de lo que se trata es de hacer Arte, no podemos estar pendientes de una situación inestable. ¿Y quién acabará pagando al final esa reducción? Seguramente la partida artística. Notas para los profanos: vendrán menos profesores, directores invitados, se acabarán las giras internacionales (que parece que han funcionado bien), o lo que sería ya lamentable, se invitarían a directores de “saldo”, y la Orquesta sonaría algo deprimida, o sorda, todo puede pasar. Con las nóminas de los músicos no habrá ningún problema, espero, porque ya eso estará pactado con los sindicatos, espero, y tal vez por esa razón no hayan dicho esta boca es mía hasta ahora, cuando tan sólo hace pocos años montaban un cirio porque, por ejemplo, faltaba papel higiénico un día, o yo qué sé… (¡Qué cosas!)
César Camarero (compositor). “La música es una cuestión de calidad”
“He oído tocar muy bien a la ROSS, y me da pena que en la música de este país se haya hecho un esfuerzo muy grande, que se está reconociendo fuera, para que se den situaciones como ésta. No soy técnico de un ayuntamiento para saber cuáles son las prioridades, pero imagino que entre ellas encontraría cosas más superfluas que una orquesta. De todos modos, sobre cómo afectará esta reducción, tiendo a pensar que la música es una cuestión de calidad, no de cantidad”.
Jacobo Cortines (poeta y ensayista). “Hay crisis, pero aquí se ha despilfarrado”
“La Orquesta Sinfónica es sin duda la piedra angular de la afición a la música en la ciudad. Desde los comienzos, desde la magnífica labor que hizo su primer director, Vjekoslav Sutej, la ROSS ha dado unos frutos maravillosos y es indiscutiblemente la niña bonita de nuestros ojos. No sé cómo va a afectar la reducción, pero es muy preocupante que una de las instituciones recorte su aportación. Todos sabemos que el Ayuntamiento tiene que hacer algo ante la crisis, pero no podemos olvidarnos que antes se ha despilfarrado en propuestas como el megaproyecto que se está haciendo en la Encarnación o en la inutilidad del Metrocentro. Hay que defender algo tan valioso como una orquesta. La cultura es algo que hay que fomentar, y verdaderamente hay que hacer un esfuerzo para que el presupuesto que se destina a la Sinfónica vuelva a ser el que era”.
Pablo J. Vayón (crítico musical). “El dinero podía quitarse de otras partidas”
“La vida cultural ha mejorado con una programación sinfónica estable, en general notable; una temporada operística anual corta pero prestigiosa, incluso internacionalmente, y la llegada de buenos músicos que ha mejorado la oferta formativa para niños y jóvenes. Por otra parte, al Ayuntamiento le habría resultado facilísimo ahorrar el dinero que le niega a la ROSS de otras partidas, por ejemplo, ¿para qué necesita Sevilla una televisión soportada por el presupuesto municipal?”.
Juan Luis Pérez (director de orquesta). “El proyecto ha dado mucha estabilidad”
“La ROSS y el Maestranza han sido vitales para la ciudad, sobre todo por la estabilidad que han aportado. El de los recortes es un problema que tuvo al principio y que ahora, con la crisis, se está dando en casi todas las orquestas de España. Quizá afecte en que haya menos conciertos, pero la calidad va a seguir siendo la misma, seguro. Lo importante es que la estructura permanece, que no se van a tocar los puestos de trabajo y que la reducción no será de plantilla”.
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