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Los dos títulos por los que el compositor napolitano Franco Alfano (1876-1954) ha pasado a la historia coinciden esta temporada en el Teatro de la Maestranza: la conclusión que escribió para Turandot, la última ópera de Puccini, y su mayor éxito después de ese trabajo, Cyrano de Bergerac. Para dar vida al célebre poeta narizón el Maestranza ha fichado al tenor franco-italiano Roberto Alagna, cuya hermosa voz y carisma arrollador se ponen al servicio de la compleja partitura que Alfano creó sobre un libreto de Henri Cain basado en la obra homónima de Rostand. Marco Guidarini es el director musical de esta ópera que se representará por primera vez en Sevilla el próximo lunes y también los días 12, 15 y 18. El director escénico es David Alagna. La esposa de éste, la soprano Nathalie Manfrino, da vida a Roxane, el amor imposible del brillante pero tímido espadachín que escribía ardorosas cartas.
Con este título, Roberto Alagna regresa al Maestranza tras el éxito "de público, que no de crítica", afirmó ayer con humor, cosechado hace unos meses con Los pescadores de perlas. Y lo hace con su rol favorito. "Me gusta todo de Cyrano: la historia, la música, el equipo que ha trabajado conmigo", declaraba antes de reconocer que se trata también "del papel más difícil de mi vida" porque "tiene una tesitura muy aguda pero también muy baja. La escena del balcón, por ejemplo, es preciosa pero tiene unos agudos muy peligrosos".
La ópera de Alfano, una comedia heroica en cinco actos, se estrenó en Roma y París en 1936 pero apenas se representó luego. De ahí que la propuesta de los hermanos Alagna haya consistido, según David, "en un estreno total que recupera el espíritu de la partitura y el texto originales". "Alfano y Rostand están aquí muy presentes. La historia de Cyrano es la historia de un complejo, como sucede con el de Edipo, y la época en la que transcurre no es importante. Lo esencial es la psicología de los personajes, su modo de actuar y de cambiar las emociones. En este sentido, ésta es una ópera muy moderna", detalló.
"Nuestro Cyrano no es Quasimodo, puede ser cualquiera de nosotros. De hecho, la obra de Edmond Rostand está más cerca de Shakespeare o de Moliére que de la commedia dell'arte", añadió David Alagna, que coproduce este espectáculo junto con la Ópera Nacional de Montpellier.
Al hilo de esas palabras de su hermano, Roberto Alagna declaró que "todo el mundo tiene un complejo. Yo también. Pero Cyrano se empeña en ser admirable a pesar de él. Es un personaje muy profundo que decide afrontar la vida y lograr lo imposible. Tiene además dentro el fuego de la juventud y de la pasión. No tiene miedo de la muerte y la afronta de pie, con la espada en alto".
Tanto Nathalie Manfrino como el tenor canario Jorge de León (quien da vida al cadete Christian de Neuvillete, el amigo de Cyrano del que Roxane se enamora) subrayaron "la lección de vida y cante" que supone trabajar con un maestro como Roberto Alagna.
Por su parte, el director musical, Marco Guidarini, que conducirá a la Real Orquesta Sinfónica de Sevilla y al Coro de la Asociación de Amigos del Teatro de la Maestranza, alabó "la mezcla de elementos distantes en esta ópera de entreguerras que descubre que tras ella hay un compositor europeo muy importante". Así, destacó "la belleza a veces straussiana de la partitura orquestal cuyo quinto acto es casi impresionista".
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