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Una odisea bajo las bombas
El llamado Bono Cultural fue una de las principales iniciativas recogidas en el programa elaborado por el PSOE para las últimas elecciones autonómicas. Aprobado finalmente por el Consejo de Gobierno el mes de enero de 2008, el proyecto, que según la Junta es "pionero en España" y nace con "voluntad de mantenerse en el tiempo", quedó sin embargo diluido en la gestión de la Consejería que dirige Rosa Torres: a una semana del comienzo de su fecha de aplicación -enero de 2009-, la medida seguía estancada en la fase, tan habitual en la práctica política y en particular en lo que respecta a las iniciativas culturales, de las poco comprometidas declaraciones de intenciones.
A pesar de la inicial falta de definición del programa y del retraso en su aplicación, éste empieza ya a tomar impulso. Según datos a los que ha tenido acceso este periódico, al menos 22.414 jóvenes andaluces han recibido ya sus respectivos vales por valor de 60 euros, talones canjeables por productos o servicios relacionados con las distintas artes escénicas, libros, música, obras audiovisuales y cinematográficas, museos, artes plásticas, espectáculos flamencos, actos literarios, etcétera. El proyecto, que pretende llegar a 100.000 beneficiarios que cumplan 18 años durante 2009 y aspira a alcanzar los 400.000 para 2012, tiene una dotación presupuestaria de 5,87 millones de euros.
El Bono Cultural tiene una validez de 12 meses e incluye, entre otras actividades, la habilitación de un espacio en internet en el que los jóvenes podrán debatir e intercambiar opiniones y sugerencias; 1.770 personas se han inscrito hasta ahora en este foro digital, una cantidad que, "para ser un comienzo", satisface por ahora a los responsables de este proyecto de la Consejería. La Administración quiere fomentar así "nuevos públicos" para un sector, el cultural, que, de acuerdo con las últimas estadísticas disponibles, representa el 6,5% del Producto Interior Bruto de Andalucía, donde operan alrededor de 40.000 empresas que dan empleo a casi 100.000 trabajadores y que alcanzan una producción total anual de aproximadamente 8.400 millones de euros.
En un principio, la oferta contemplada por el departamento de Rosa Torres incluye 175 actividades en las que se podrá usar el Bono Cultural, aunque la intención es ir ampliándola con el tiempo a través de convenios con otras entidades públicas (como los ayuntamientos) y organismos autónomos en los que sin embargo participa la Junta (caso de la Alhambra y el Generalife de Granada, el Museo Picasso de Málaga o el Teatro de la Maestranza hispalense). Los vales pueden canjearse en todas las actividades que dependen de la Consejería, desde sus propios espacios escénicos (el Teatro Central, por ejemplo, contemplando sólo su aplicación en Sevilla) hasta las tiendas de los museos de titularidad autonómica, conjuntos arqueológicos y espectáculos de producción propia o coproducción.
La Consejería ha creado una web (www.bonocultural.es) con información práctica (cómo solicitarlo, normas de uso, etcétera), pero aún no tiene en marcha completamente un apartado fundamental -la lista prometida en la que se desgranan, provincia por provincia, los lugares donde se aceptará el uso de estos vales- ni ha conseguido hasta ahora la implicación en este programa del sector privado.
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