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El Maestranza programa desde mañana hasta el día 26 La fanciulla del West (La muchacha del Oeste), una de las óperas menos escenificadas de Giacomo Puccini, como revela el hecho de que no se representaba en España desde hace 25 años. Ambientada en la California de 1848, en plena fiebre del oro, la obra narra la historia de amor entre Minnie, la propietaria de una cantina, y Ramerrez, un bandido que quiere robar el oro que los mineros confían a la dueña del local. Tras este argumento, escrito por Guelfo Civinini y Carlo Zangarini basándose en una pieza teatral de David Belasco, el compositor habla, entre otros temas, del perdón, la capacidad del amor para transformar a las personas y el poder de la mujer en la sociedad.
Con dirección musical de Pedro Halffter y dirección escénica de Giancarlo del Monaco, esta producción de la Ópera de Roma alternará en su paso por Sevilla dos repartos: el primero encabezado por la soprano Janice Baird, el barítono Claudio Sgura y el tenor Marco Berti (mañana y los días 23 y 25), y el segundo con las voces de Daniela Dessì, Silvano Carroli y Fabio Armiliato (los días 21, 24 y 26).
Tanto Del Monaco como Halffter resaltaron ayer la complejidad de la partitura de Puccini. "Es su ópera más complicada", valora el primero. "Entre Tosca y esta Fanciulla pasan diez años, y en esos diez años ocurren muchísimas cosas. Y Puccini era alguien que sabía escuchar", añade el director escénico. Halffter aporta más datos al respecto: "Antes de hacer esta ópera, el compositor se estudia Elektra, de Strauss, y Pelléas et Mélisande, de Debussy [una idea que también apuntaba el pasado sábado en un artículo el crítico de Diario de Sevilla Andrés Moreno Mengíbar]. Y en esta obra, Puccini recoge la dramaturgia straussiana y las armonías y la forma de orquestar de Debussy", observa el responsable artístico de la ROSS, a la que dirige en las seis funciones de esta ópera. Junto a la formación sevillana, Halffter ha cuidado "la riqueza de la instrumentalización. Buscamos la complejidad, los pianos, aunque en momentos más dramáticos es importante la violencia de la orquesta".
Del Monaco, por su parte, concibió La fanciulla del West desde una sensibilidad cinematográfica. Su idea era "imaginarse el escenario como una pantalla de cine". Una película que los intérpretes están encantados de interpretar. En palabras de Fabio Armiliato, "ahora que la gente está viciada por la televisión, el teatro debe recuperar su capacidad para atraer al público".
Del Monaco se ha permitido "pequeños cambios" sobre el material original. "En el libreto, la casa de Minnie sólo se ve en el interior, pero a mí me interesó dividir la acción entre lo que ocurre dentro y lo que sucede fuera", desvela. En segundo lugar, el escenógrafo -hijo del tenor Mario del Monaco, uno de los protagonistas más "memorables" de La fanciulla..., tal como recordó ayer Halffter- ha transformado un bosque de secuoyas en una ciudad fantasma.
La fanciulla del West promete momentos espectaculares gracias a otros datos que maneja: 14 figurantes, un coro de 40 voces masculinas y más de 90 músicos participan en el proyecto, que además utiliza tres caballos y una diligencia para una reconstrucción más verosímil del Oeste.
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