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El Centro Velázquez, promovido por la Fundación Focus con apoyo del Ayuntamiento de Sevilla a raíz de la compra en subasta del cuadro Santa Rufina, enriquece sus fondos con la compra de La Inmaculada, cuadro que todos los expertos consideran de importancia en la historia de la pintura sevillana. Abengoa, empresa que sustenta dicha fundación cultural, ha logrado adquirir este cuadro por medio de negociaciones con el coleccionista privado que era su propietario de modo confidencial. Y lo ha hecho con la intermediación de la casa de subastas Sotheby's sin que la obra saliera a puja, lo que probablemente hubiera encarecido la operación.
El cuadro salió a subasta en Londres el 6 de julio de 1994 y no fue vendido porque la puja más alta (800 millones de pesetas) de la época se quedó muy lejos del precio de reserva -una cantidad no desvelada- acordado entre Sotheby's y Charles Bailly, el marchante de arte francés dueño del cuadro. Quizá influyó el debate que hubo entonces sobre su autoría, y que, paradojas de la investigación histórico-artística, es el envés del que también suscitó años después la autoría del Santa Rufina. El norteamericano Jonathan Brown, quien rechaza que la recreación de la patrona saliera de la mano de Velázquez, es un acérrimo convencido de que La Inmaculada sí es suya. Por contra, Alfonso Pérez Sánchez, ex director del Museo del Prado, considera que La Inmaculada es de Alonso Cano y el Santa Rufina de Velázquez.
En lo que ambos están de acuerdo, y otros muchos que han escrito sobre la obra, es en resaltar los valores de esta Inmaculada en el momento crucial del salto de calidad de la pintura sevillana. Tanto Velázquez como Cano fueron discípulos de Pacheco en su obrador y compartían tareas y experiencias. Por lo tanto, Focus se decidió a negociar por su recuperación para la ciudad donde fue creado, sea quien sea su autor, y seguir contribuyendo a paliar la enorme pérdida de obras de arte que sufrió Sevilla en el siglo XIX bien por el saqueo de los generales napoleónicos, bien por la adquisición por parte de coleccionistas franceses o británicos, aprovechando la decadencia económica tras la pérdida del monopolio comercial con América y la independencia de dichos territorios respecto al imperio español.
Por Santa Rufina se pagaron 12,43 millones de euros. Posteriormente, Focus compró a otro particular (sin especificar la cuantía) el lienzo Vista de Sevilla, obra de un pintor flamenco anónimo del siglo XVII, considerada de las dos mejores visiones de la ciudad de aquella época.
Charles Bailly compró La Inmaculada en una subasta en París en 1990. Hasta entonces, lo que se sabía del mismo era que había sido adquirida en 1870 en la capital francesa por la familia de los actuales propietarios, que eran descendientes de un militar napoleónico. Esa es la fecha en la que los herederos del Deán López Cepero, de la Catedral de Sevilla, pusieron parte de su colección a la venta en París.
En un inventario conservado sobre lo que era la colección pictórica del deán en 1813 se citan dos obras de Velázquez: "El cuadro de la casulla, de Velázquez" y "La Concepción, de Velázquez", que no es la de la National Gallery de Londres, vendida años antes en 1809-1810 junto a el San Juan en Patmos, a un ministro plenipotenciario de Inglaterra.
La imposición de la casulla, de propiedad municipal, y cedido a Focus para su exhibición (dentro del pacto para que pujara por Santa Rufina), es referido en dicho inventario como "Un cuadro de dos varas de alto y 1 vara y ½ de ancho, original del buen tiempo de Velázquez, también ha padecido algo, representa a nuestra Sra. con un coro de Vírgenes dando la casulla a S. Ildefonso… 19.000 reales". En dicho registro aparece citada "Una Concepción del mismo tamaño, con corta diferencia y por el mismo autor, bien conservada…10.000 reales". El cuadro se exhibirá en breve en Sevilla.
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