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Una odisea bajo las bombas
"Teníamos experiencia en otras publicaciones, pero nos apetecía hacer algo más libre o, para que suene menos pretencioso, más divertido, más a nuestro aire, y de ahí surgió la idea de hacer esta revista", explica Alberto Marina Castillo, impulsor de Discóbolo, una nueva publicación de "crónica, sin prisas, de la actualidad musical", gratuita, trimestral y que tendrá continuos trasvases del papel a la edición digital (www.revistadiscobolo.com). Su puesta de largo, mañana a partir de las 21:00 en la sala El Cachorro, contará con la actuación de O Sister!, el delicioso proyecto de swing y dixie vocal impulsado por la sevillana Paula Padilla.
Colaborador de Diario de Sevilla, donde escribe sobre jazz, Marina Castillo se propuso junto con varios amigos -entre ellos Juanjo Tejero, con quien ya trabajó en la revista universitaria Pan- crear un espacio para la música "arrinconada" por el (supuesto) gusto mayoritario. Para dar "la mayor amplitud posible" al abanico temático, Discóbolo se ocupará tanto de música clásica, jazz y blues como de pop, rock indie o electrónica, y serán los propios colaboradores -explica- quienes con su "gusto personal" vayan perfilando el espectro estilístico de la revista. Una quincena de firmas participan en este proyecto, que acoge a músicos, "melómanos anónimos" y expertos como el crítico de música clásica Pablo J. Vayón, el especialista en cine Alfonso Crespo (ambos también colaboradores de este periódico) o el italiano Ivan Pivotti, entre otros.
El primer número, en formato de sábana desplegable, contiene una primera parte con un editorial en el que se presenta a los colaboradores, reseñas discográficas y una sección sobre DVD y libros, siempre relacionados con la música. En un segundo apartado figura una semblanza de O Sister!, que además publicará la próxima primavera su primer disco con la revista. "Produciremos, al menos, un disco al año. El de O Sister!, grupo con el que la revista se siente completamente identificado, se grabará este enero. La revista ofrecerá la posibilidad de suscribirse para recibir a domicilio el número de primavera y el esperado disco", explica.
La publicación podrá encontrarse en los actos culturales organizados por la Universidad Hispalense aparte de en la tienda de discos Latimore (calle Javier Lasso de la Vega), en las librerías La Fuga (Conde de Torrejón) y El Gusanito Lector (Feria), en las salas El Cachorro (Procurador) y Obbio (Trastamara) y en el restaurante El Gato Azul (Plaza de los Maldonados).
Pero la distribución de Discóbolo no se limitará a Sevilla. "Será nacional pero muy personal: en establecimientos de música y librerías del gusto de los discobólicos". La revista cuenta con una red de corresponsales en Roma, Valencia, Barcelona y Málaga, con un humorista gráfico, Alias Lilo, y con colaboradores esporádicos como los artistas Manolo Ortiz (autor del logotipo de la revista) y Manolo Cuervo (responsable de las portadas de la primera temporada).
Además, "con frecuencia", en www.revistadiscobolo.com se irán colgando vídeos de las Azotea Sessions, "una serie de conciertos en la línea de las Black Cab Sessions [un músico o varios interpretan sus canciones durante un espontáneo trayecto en un taxi londinense; más información en www.blackcabsessions.com], pero a lo mediterráneo, porque aquí hay solito y no hace falta meterse en un taxi".
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