"Otros directores quieren irse al Teatro Real. Yo prefiero estar aquí"
Pedro Halffter
Esta noche dirige la tercera función de 'Doktor Faust' mientras ultima los detalles de la gira que, en febrero, llevará a la Sinfónica de Sevilla por los principales teatros europeos
Cuatro años después de su llegada como director artístico, Pedro Halffter ha inaugurado la temporada lírica del Maestranza con un estreno nacional que ha despertado la atención internacional. Esta noche, con prácticamente todas las entradas agotadas, dirigirá la tercera función de Doktor Faust, de Busoni. La actividad de este músico de 37 años es frenética y en la mesa de su despacho, junto al piano, se apilan ya las partituras de la ópera Tristán e Isolda, que dirigirá en mayo, el dossier de la gira centroeuropea de la Sinfónica y varias obras de Messiaen.
-¿Cuáles serán los grandes momentos de la temporada lírica?
-Con Doktor Faust queremos normalizar una parte del repertorio operístico olvidado, como ha ocurrido con la ópera barroca Giulio Cesare que supondrá, en noviembre, la primera vez que se represente a Haendel en el Maestranza; asimismo, el estreno de la demandada Tristán e Isolda marcará un momento especial para los melómanos sevillanos. Además esta temporada se recordará por el contraste entre la ópera simbolista -Doktor Faust- y la ópera más realista, como es La fanciulla del West, que llega en la producción canónica del Covent Garden de Londres y de la que hemos programado seis funciones porque estamos convencidos de que será muy bien acogida: nunca antes se vio en Sevilla y con ella conmemoramos al gran Puccini.
-Su apuesta por el repertorio del siglo XX se extiende también a la Sinfónica de Sevilla, que la semana que viene abordará una obra de Messiaen. ¿Qué criterio siguió para su elección?
-Messiaen es uno de los compositores europeos más importantes e inspirados de la segunda mitad del siglo XX y la Sinfónica le rinde homenaje con una de sus obras más bellas, De los cañones a las estrellas, que ocupará la duración entera de un concierto. Tiene una carga mística importante, como sucede con la Sinfonía Turangalila y todas las suyas; está diferenciada en varios movimientos, en cada uno de los cuales hace alusiones poéticas. Todos los músicos están estudiando muchísimo. Tuve la suerte de conocer al autor en 1988 en París y siempre admiré su música y su fuerza vital, que se palpa sobre todo en el Cuarteto para el fin de los tiempos, compuesta en los campos de concentración y de una belleza extraordinaria que va más allá del hecho musical. Messiaen resume que el ser humano necesita el arte para vivir, que el arte no es un pasatiempo.
-La oferta de danza y zarzuela no ha crecido esta temporada. Y eso que los aficionados sevillanos han peregrinado, por ejemplo, al Liceo de Barcelona para ver bailar a Pina Bausch.
-A nosotros siempre nos interesa escuchar a los espectadores. No en vano, reforzamos la oferta de recitales líricos porque bastantes aficionados así nos lo pidieron. En el equipo del teatro nunca estamos satisfechos, es cierto. Por eso nuestro compromiso es seguir mejorando la programación y seremos sensibles si se nos pide más zarzuela o danza. Pero no hay que olvidar que ha habido Bienal, que han bailado María Pagés y Sara Baras en el Maestranza y que tendremos dos veces en la misma temporada al Ballet Nacional.
-Hay que hablar inevitablemente de la financiación. El Ministerio de Cultura prometió aumentar su inversión en el Teatro durante al menos los próximos cuatro años, pero de momento no ha sucedido. ¿De qué manera afectará todo ello a la dirección del Maestranza?
-En principio, no va a haber ningún cambio en la programación que ya está anunciada. Sobre el futuro: todavía tienen que aprobarse los Presupuestos [Generales del Estado] y nosotros tenemos que reunirnos con todas las entidades que financian el Teatro de la Maestranza para ver cómo va a ser nuestro futuro y para ir definiendo el presupuesto. De todos modos, y debe quedar muy claro, contamos con todo el apoyo de la consejera de Cultura, Rosa Torres, y también Juan Carlos Marset [director del Inaem], que estuvo hace poco en la ciudad, garantizó el compromiso del Ministerio con nuestro proyecto.
-¿En qué liga juega actualmente el Teatro de la Maestranza?
-Jugamos en la liga de espacios como el Palau de les Arts valenciano en programación (con 119 espectáculos esta temporada) y también en equipo, pero no en presupuesto. Pese a ello, mi idea es que nosotros no debemos ponernos límites, sino hacer con las aportaciones de las instituciones lo máximo y lo mejor posible. Somos el teatro español de nuestras características con el más alto nivel de ocupación y con los precios más populares.
-¿Cuáles son las grandes figuras, los divos, que visitarán el Teatro en los próximos meses?
-Hay un cierto sector del público que demanda grandes nombres e intentamos fidelizar a esos artistas, que sientan el teatro de Sevilla como uno de sus favoritos. Creo que es un lujo contar este año con Daniela Barcellona (Tancredi), Janice Baird, Fabio Armiliato, Marco Berti y el director escénico Piero Faggioni (La fanciulla del West); así como con Roberto Alagna (Los buscadores de perlas) y Robert Dean Smith y Evelyn Herlitzius (Tristán e Isolda). Lo mismo vale para Herbie Hancock (actúa la semana que viene y ya ha agotado las localidades de paraíso), el pianista Christian Zacharias (16 de noviembre) y el recital que dará en mayo la mezzo Anne Sofie von Otter.
-Ninguna de las grandes voces españolas encabeza un reparto operístico aquí. ¿Por qué?
-Funcionamos con agendas a varios años vista y no siempre es posible cuadrarlas con ellos. Pero vamos a contar con intérpretes españoles en roles importantes, es el paso siguiente que tenemos que dar. Trabajamos para que Ismael Jordi y Mariola Cantarero canten aquí cuanto antes, posiblemente La Traviata.
-¿No piensa postularse entonces para dirigir el Teatro Real, como Gustavo Dudamel?
-Ahora todos se quieren ir a sustituir a López Cobos pero yo prefiero quedarme aquí porque estamos en una etapa de crecimiento y estoy muy contento con la filosofía de trabajo que hemos encontrado.Las personas que trabajan conmigo saben que paso 12, 13, 14 horas al día encerrado en el teatro. Es preciso estar en Sevilla en este momento. Yo todavía tengo dos o tres proyectos importantes por hacer.
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