Un Titanic con muchos agujeros
Turismo cultural La trastienda de un proyecto 'fantasma' recibido con entusiasmo municipal
El 'faraónico' plan de construir una réplica junto al Guadalquivir del buque hundido lo impulsa una sociedad sin capital para financiarlo que reclama el dinero al Ayuntamiento y a la iniciativa privada
El gobierno y la oposición municipales miran con simpatía el proyecto de construir una réplica hotelera del famoso trasatlántico que se hundió al chocar contra un iceberg, un descabellado edificio que ocuparía tanto como los tres estadios de la ciudad juntos. El Hotel Titanic de Sevilla es una idea que presentó en junio el presidente de la empresa Centenario Titanic 2012 y de la Fundación Titanic, Jesús Ferreiro Rúa. La propuesta la lanzó el mismo día en que se dio a conocer que la Junta de Andalucía rechazaba, por motivos de seguridad, alojar en las Reales Atarazanas la exposición sobre el mítico barco, que Ferreiro ha producido a través de su empresa Musealia y que ha sido recibida, con gran éxito de público, en ciudades como Granada, Tarragona y, ahora, Berlín.
Este megalómano complejo hotelero, que reproduciría totalmente las dimensiones del Titanic -el edificio con forma de barco tendría 269 metros de eslora por 28 de manga y 56 metros desde la quilla hasta su punto más alto- , no se financiaría, sin embargo, con dinero del entramado empresarial de Ferreiro, quien exige como requisito a la ciudad que quiera acoger su proyecto, en este caso, el Ayuntamiento de Sevilla, la generosa cesión de un terreno en las orillas del río Guadalquivir que esté perfectamente conectado por carretera, tren y aire. "La ciudad que acoja el proyecto deberá aportar un solar comunicado con el aeropuerto y la estación ferroviaria, además de bien dotado de plazas de aparcamiento", propugna el mentor de este parque temático, más propio de ciudades como Las Vegas que de Sevilla. Aunque él no lo ve así. "Sevilla necesita un empujón turístico y cultural y tiene un río ideal para ubicarlo en sus orillas", defiende.
Paradójicamente, en una ciudad donde proyectos turísticos como Isla Mágica no despiertan la adhesión de los empresarios y donde los grandes complejos hoteleros tienen dificultades para ocupar sus habitaciones más allá de la concurrida primavera, no parece lógico pensar que vayan a demandarse las más de mil plazas hoteleras que ofertaría un complejo que aglutinará tres hoteles diferentes: uno de cinco estrellas será la réplica de los camarotes de primera clase, otro de tres estrellas copiará el diseño, decoración y mobiliario de los de segunda y un tercero de gama inferior reproducirá los espartanos camarotes de tercera, cuyos ocupantes fueron los grandes excluidos de los botes salvavidas.
Mucho más contradictoria resulta la pasión que, por un proyecto tan evanescente, han demostrado por igual el Gobierno municipal y la oposición. "La empresa del Titanic no se ha puesto en contacto aún con nosotros pero nuestra disponibilidad es total. Habría que ver un sitio idóneo, que es lo más complicado", declaró con locuacidad a este medio la delegada municipal de Cultura, Maribel Montaño.
En una línea parecida se pronunció días atrás el portavoz del PP en el Ayuntamiento de Sevilla, Juan Ignacio Zoido, quien, decidido a que Sevilla no pierda este barco, pedía tanto al alcalde Alfredo Sánchez Monteseirín como al presidente andaluz, Manuel Chaves, que respaldaran la reproducción de la nave y la exposición conmemorativa de su centenario.
Zoido reclamó que Sevilla no se quede atrás con respecto a Madrid, París, Valencia, Nueva York, Las Vegas y Southampton, las ciudades que supuestamente optarían al proyecto. Sin embargo, no se trata de candidatas oficiales, sino tan sólo de la lista ideal que Ferreiro baraja para alojar su parque temático. "Por ahora no tenemos peticiones oficiales. El proyecto se les presentará el año que viene, en una gira mundial donde recorreremos las sedes que nos gustan, incluida Sevilla", detalla el presidente de la Fundación Titanic.
A esa "gira" estelar, que se desarrollará entre abril y mayo de 2009 previsiblemente, se sumará también Málaga, según Ferreiro. "Dirigentes turísticos de Málaga han contactado con nosotros para mostrar su interés por el proyecto de la reproducción", explica con optimismo. Una voluntad que matizan fuentes municipales de esa ciudad. "Sólo ha habido una toma de contacto inicial para ver la posibilidad de albergar la exposición sobre el Titanic. En cuanto a la réplica del barco, no ha habido ningún pronunciamiento oficial del consistorio malagueño", aclaran.
El entramado empresarial de Ferreiro comprende varias marcas comerciales, como Centenario Titanic 2012, cuya página web ha sufrido diversas modificaciones en las últimas semanas, pero la denominación que desde 2007 consta en el registro mercantil es Musealia Entertainment S.L. Esta empresa, afianzada por el éxito de la muestra Titanic The Exhibition, gestiona y explota distintos objetos originales o relacionados con el buque, sus pasajeros y tripulación.
El objetivo de Musealia, según cuenta en su web, es hacer de los museos "supermercados del conocimiento donde la forma en que se expliquen las cosas sea tan importante como el contenido". Con ese espíritu produjeron el año pasado su segunda exposición: Érase una vez el hombre: el cuerpo humano, que parte de la exitosa serie televisiva de dibujos animados.
Además, la cúpula de Musealia figura en el Patronato de la Fundación Titanic, inscrita en el Registro de Fundaciones del Ministerio de Cultura en febrero de 2007. El capital inicial de la Fundación no se corresponde con una sociedad que desea impulsar proyectos como el Hotel Titanic, ya que se limita a la cantidad de 30.000 euros (5 millones de las antiguas pesetas). Además, esa dotación económica habría sido, según el informe del Ministerio de Cultura, "desembolsada inicialmente en un 25%, y el resto será desembolsado en un plazo no superior a cinco años".
Desde la Autoridad Portuaria de Sevilla evitan pronunciarse hasta estudiar más a fondo este proyecto, que transformaría notablemente la fisonomía del Guadalquivir con sus colosales dimensiones. A sus oficinas no ha llegado ninguna petición para que se apruebe este gigantesco hotel junto al río. "Lo lógico sería solicitar un permiso, que es el trámite habitual cuando se quiere hacer algo así, pero aquí por el momento no sabemos nada", comenta a este medio una fuente de la entidad. Tampoco la Consejería de Cultura ha emitido informe alguno sobre la réplica.
Así las cosas, el único aporte real al proyecto hotelero de los gestores de la marca Titanic, descartadas sus credenciales económicas, es su aportación en especie. Y es que Ferreiro asegura que los beneficios que se reservará "serán los derivados del merchandising y de las exposiciones que alojará el Hotel". Su idea es "que en las bodegas de la proa se muestre la exposición permanente sobre el Titanic y, en la popa, se abra al público una sala de exposiciones temporales gestionada por Musealia".
Además, aboga por que los empresarios que apuesten por este sueño construyan salas de conferencias, gimnasios y zonas de ocio. Los beneficios de esos espacios, apunta el representante de Titanic Centenario 2012, "no serán para nosotros ni para el Consistorio, sino para las empresas que asuman el riesgo de llevar a cabo este ambicioso proyecto".
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