Salir al cine
Manhattan desde el Queensboro
Leí a Constantino Cavafis por primera vez siendo muy joven, quizás demasiado para entender con todas las consecuencias a un poeta que siempre escribió desde la experiencia, desde la nostalgia, que siempre lo dio todo por perdido, incluso el presente, que supo beberse la vida a tragos lentos y que entendió la poesía como una manera de dar sentido al mundo y sus incongruencias, como la única forma de explicar la realidad y sus enigmas.
Hay cosas que solo se aprenden a reconocer con el paso del tiempo, tras la experiencia del amor, del dolor y de la pérdida. Pero ya entonces, en los días de aquella primera asombrada lectura, existían el miedo y los largos viajes a Ítacas desconocidas, aunque por entonces no lograse entender la importancia de que el camino fuese largo. Recuerdo muy bien que el poema que más me impresionó entonces fue Artífice de cráteras, que ahora releído en la traducción de Juan Manuel Macías como Artesano de cráteras me sigue emocionando ("observa las finas flores, los arroyos, el tomillo; / y en el centro puse a un hermoso muchacho"). Creo que entonces me cautivó la imagen radiante del joven dibujado de memoria, dolorosamente recordado por el artesano que lo devuelve a la vida, gracias al arte, de una manera tan conmovedora. El arte, la vida, la memoria, el recuerdo, el reencuentro íntimo con lo perdido y, sin embargo, siempre presente.
He vuelto muchas veces a Cavafis, a su mundo lleno de cafés en los que sentarse a meditar, en los que experimentar la aventura de mirar y recordar; a su poesía que nos impulsa a ser fuertes aunque "la mitad de la casa debe tirarse abajo" para que todo sea de nuevo; que nos enseña a disfrutar "el reluciente añil del mar de la mañana" en las mañanas de niebla y pesadumbre; que nos invita a aceptar que hasta los héroes son abandonados por los dioses: "sobre todo, no te engañes, no digas que fue / un sueño, ni que confundieron tus oídos".
Pre-Textos nos da la oportunidad de volver a saborear la obra de un poeta, actualizado respetuosamente por la traducción de Juan Manuel Macías, capaz de prevenirnos contra lestrigones y cíclopes de la única manera que es posible enfrentarse a ellos: mirándolos de frente, mirando dentro.
POESÍA COMPLETA
C. P. Cavafis. Trad. Juan Manuel Macías. Editorial Pre-Textos. Valencia, 2015. 422 páginas. 27 euros
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