"Las orquestas no existimos sin el público"

John Axelrod, nuevo director artístico de la ROSS, presenta en Sevilla su hoja de ruta Incluye un ciclo de Beethoven, residencias artísticas de compositores y el afán de escuchar a la sociedad

Carismático e innovador. Distintas instantáneas de John Axelrod durante el encuentro con la prensa que mantuvo ayer, tras el cual se reunió, por primera vez como su director, con los profesores de la ROSS. La diversidad de su repertorio, sus programas innovadores y su estilo único caracterizan el trabajo de quien ha dirigido ya a 150 orquestas de todo el mundo.
Carismático e innovador. Distintas instantáneas de John Axelrod durante el encuentro con la prensa que mantuvo ayer, tras el cual se reunió, por primera vez como su director, con los profesores de la ROSS. La diversidad de su repertorio, sus programas innovadores y su estilo único caracterizan el trabajo de quien ha dirigido ya a 150 orquestas de todo el mundo.
Charo Ramos Sevilla

27 de noviembre 2014 - 05:00

"Las orquestas no existimos sin el público. A veces la gente no lo tiene en cuenta pero yo sí, y no porque sea una idea americana, sino porque es una idea musical". Con el público en la cima de su proyecto artístico y la voluntad de "escuchar, que es el consejo que me dio el maestro Claudio Abbado", John Axelrod mantuvo ayer su primer encuentro con la prensa y la crítica sevillana. Un desayuno distendido que arrancó con un discurso que leyó en español y donde el nuevo responsable artístico de la Real Orquesta Sinfónica de Sevilla (ROSS) para los próximos dos años expresó su "felicidad" por haber sido elegido "para contribuir al futuro musical" de un conjunto que ha dirigido en dos ocasiones y al que admira por "su homogénea calidad, la madurez y virtuosismo de los músicos, su compromiso y saludable camaradería".

Axelrod, nacido en Houston (Texas) en 1966, está visiblemente orgulloso de sus orígenes -no dudó en mostrar sus botas vaqueras, "ellas son mi sello"- aunque lleva 16 años residiendo en Europa y se define como mitad europeo y mitad americano.

"El intercambio mutuo de información musical es lo que hace el proyecto de la ROSS tan interesante: la suma es mejor que las partes individuales", aseguró, antes de afirmar que hará "todo lo posible" para que la orquesta y el Maestranza -que seguirá dirigiendo su antecesor en el podio de la ROSS, Pedro Halffter- "crezcan juntos". "Hace falta compromiso porque la música es llegar hasta arriba, como escalar una montaña. Sin embargo, yo no vengo como un pacificador. La paz ya estaba aquí, es un honor que los músicos me hayan ofrecido su apoyo y yo les ofrezco el mío", declaró sobre las pasadas tensiones laborales en el seno de la ROSS y las dificultades que podría plantear la bicefalia en la dirección artística. "Sólo tengo respeto por el maestro Halffter, le he invitado a tocar con mi orquesta de Francia y estoy seguro de que colaboraremos por el bien de todos. Ahora tenemos que reunirnos, conversar y beber cervezas juntos. Creo que la solución de un director para la orquesta y otro para el teatro que han encontrado las administraciones y los músicos es muy buena", añadió.

El maestro estadounidense aseguró que quiere incrementar la calidad, aumentar las audiencias, mejorar la comunicación de la Sinfónica con las administraciones y recabar más financiación, pero apenas concretó cómo logrará esos objetivos artísticos, educativos y económicos. "Mi mejor tarjeta de visita será la música que haga la ROSS. Quiero que la orquesta gire por Italia, Estados Unidos y Sudamérica, pero afrontarlo económicamente dependerá de la calidad que ofrezcamos. Tengo propuestas e ideas para atraer dinero pero antes tengo que elevar el potencial del conjunto", respondió sobre sus planes para atraer patrocinios a un proyecto siempre pendiente de las magras cuentas públicas. "En este país hay 45 millones de habitantes y un centenar de orquestas pero se cuentan con los dedos de una mano las que tienen el más alto nivel". En esa liga es donde juega ya la ROSS, precisó quien hasta la fecha ha dirigido más de 150 orquestas.

No terminaron aquí los símiles deportivos. El nuevo director artístico comparó a la Sinfónica con el Sevilla F.C. y a sí mismo con el nuevo entrenador del club, Unai Emery. "En dos años Unai puede lograr que el equipo sea campeón. Lo mismo pasa con la ROSS, pero con la diferencia de que aquí somos el partido de toda la gente".

Los aspectos más concretos de su hoja de ruta para los próximos dos años son un ciclo de Beethoven y una serie de residencias artísticas de compositores cuya identidad no facilitó. También se comprometió a dar mayor protagonismo a la música de cine, avalado por la exitosa experiencia del ciclo Hollywood en Viena que, presentado por la Sinfónica de la Radio de la capital austriaca, dirigió durante tres años. Además, aunque el marco temporal excede los dos años que tiene su contrato -renovable tras evaluación del desempeño en 2016-, mostró su interés por diseñar un ambicioso programa conmemorativo del centenario (en 2018) de "mi maestro" Leonard Bernstein, al que citó en al menos cuatro ocasiones. "El amor que das es igual al amor que recibes. Y ése es el secreto de hacer música. La ROSS es una formación flexible, capaz de tocar cualquier repertorio (clásico, sinfónico, rock, tango, flamenco, música de cine...). Concibo la orquesta como un ejemplo de liderazgo, trabajo en equipo, resolución de conflictos, comunicación verbal y no verbal, todo ello dentro de un organigrama jerarquizado con un director y una gerencia unidos en un propósito común: servir a las necesidades de la comunidad".

A Axelrod, que compaginará la ROSS con la Orquesta Sinfónica de Milán Giuseppe Verdi, donde es el principal director invitado, le gusta "establecer una relación estable con la comunidad donde trabajo, siempre con la música como prioridad", y se mostró dispuesto a residir en Sevilla, cuyos vínculos con la Unesco (musicales y patrimoniales) se comprometió a reforzar.

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