"El periodista tiene una forma distinta de mirar el oficio de vivir"

Guillermo Busutil. Periodista

El autor publica 'Noticias del frente', recopilación de artículos en los que busca las historias humanas que encierra la cruda realidad.

Guillermo Busutil (Granada, 1961), escritor y periodista pendiente del mundo.
Guillermo Busutil (Granada, 1961), escritor y periodista pendiente del mundo.
Braulio Ortiz

08 de junio 2014 - 05:00

Tras Vidas prometidas, el libro con el que Guillermo Busutil ganó el Premio Andalucía de la Crítica, el autor publica de nuevo en Tropo, en esta ocasión un compendio de artículos -aparecidos en La Opinión de Málaga- en el que se rebela contra las verdades establecidas y defiende el ejercicio del periodismo en una sociedad en la que "apenas se escuchan las cuerdas vocales de la dignidad y su rebeldía".

-El libro es un canto de amor al periodismo, "una forma de reflexionar y combatir las imperfecciones de la mentira".

-Así es. El periodismo es un oficio rebelde. Su función es explorar las fronteras de la verdad, interrogar a la realidad y su envés. Ha de hacerlo con olfato de detective, lenguaje directo de boxeador y narrativa literaria para aproximar a los ciudadanos un relato de los hechos, una mirada que haga pensar. Es una voz de la conciencia democrática y por eso debe ser independiente, riguroso, insumiso y ser capaz de contar.

-En Estados Unidos, en Alemania y otros países, asegura, han pagado un precio por su falsedad. Pero en España, el engaño "se parapeta en el poder". Especialmente duro es el fragmento La moral es una máscara, donde habla de una clase social que ha cambiado su collar pero mantiene sus privilegios.

-La mayoría de la gente está indignada por la utilización que hacen los políticos del lenguaje y de esa moral de conveniencia. Hay mucho Dorian Gray en los armarios donde la élite financiera y política esconde su alma desmaquillada, mientras socialmente, con un rostro escénico, gestionan recortes de libertades, se quitan de encima el peso de su conciencia y culpan a los ciudadanos de haberse puesto la máscara de una clase a la que no pertenecían. Suceda lo que suceda, a lo largo de nuestra Historia, los poderes políticos y financieros, que realmente mueven la maquinaria socioeconómica, siempre los ostentarán los mismos.

-En el libro hay un constante homenaje a intelectuales que ejercen también de ciudadanos, como Caballero Bonald, Muñoz Molina o Isaac Rosa.

-El escritor, al igual que el periodista, tiene una forma diferente de mirar el oficio de vivir, de contar el mundo y sus cosas. De saber coger desprevenida a la realidad para adentrarse en ella y encontrar su sentido o su ficción. La brújula, la linterna, el bisturí de diseccionar es la palabra y la palabra es una voz y la voz es una actitud, muchas veces inseparable de la responsabilidad civil que deben tener ambos cuando el presente es un sueño intranquilo o la exigencia de una batalla.

-La rebeldía de Shakespeare, Camus o Machado están más vigentes que nunca, pero la sociedad vive de espaldas a ellos.

-Con las elecciones europeas se ha producido un cambio, una respuesta. Pero se ha producido más en legítima defensa contra la crueldad de la macroeconomía y el hartazgo de corrupción política que por una reflexión ética, que por la destilación de unas ideas de progreso, de lo que significa decir No, de la urgencia de recuperar el Humanismo, de que la educación y la cultura sean de verdad los pilares de la nueva reconstrucción de la democracia, de la sociedad, de nuestra manera de ser y estar a la altura que nos exigen los conflictos y las circunstancias.

-Noticias del frente propone una reflexión sobre el valor de la experiencia en un tiempo en el que un cincuentón es para los empresarios "un trabajador usado".

-Un gran error de esta sociedad ensimismada entre la bulimia del consumo de lo efímero, del uso y tiro, y la querencia a convertir la experiencia en una devaluación de la fuerza, del empuje. Y es justo lo contrario, a los cincuenta casi todos han encontrado una forma tranquila de entenderse con la vida y con uno mismo, de librar batallas por los sueños y las cosas que realmente son importantes, de enriquecer el trabajo con una gestión más eficaz de las ilusiones y de los retos. Estas cualidades se vuelven en contra en muchas profesiones, especialmente en el periodismo al que están desarmando de memoria y de experiencia y por tanto de la capacidad de cuestionar, de indagar, de desvelar, de transmitir lo importante.

-Uno de los momentos más emotivos del libro es la muerte de su amigo y esa pregunta que deja en el aire: "¿Eres feliz?".

-De vez en cuando es muy saludable, incluso vital en ocasiones, detener la velocidad con la que devoramos el tiempo y giramos como hámsters en la rueda, y hacernos un chequeo completo de cómo nos sentimos el corazón, cómo la mente dónde nos pensamos y averiguar lo que somos, qué parte de la historia que construimos merece la pena pelear, sembrar, dignificar.

-Reivindica al gremio de libreros como a otra pandilla de resistentes en un entorno difícil.

-Las librerías son parte esencial del corazón de las ciudades y de su espíritu cultural. Han sido, y son las que resisten todavía, un ágora en el que intercambiar el pensamiento y la palabra y fomentar la educación en la lectura y en la creatividad. Cada librería es una biblioteca en permanente metamorfosis, una isla con una poética en la que uno siempre se siente a salvo.

-En un libro así, claro, tiene que haber referencias al paro, que usted ilustra con una imagen muy poderosa, la de los despertadores que han dejado de sonar.

-El paro es uno de los grandes frentes de combate de este tiempo y del libro. Cuando a una persona la despiden no la despiden sólo del trabajo, la despiden también de la sociedad, de su identidad, de su autoestima, de su vida. Es una drama muy doloroso. Advertir una mañana que escuchaba sonar menos despertadores me llevó a escribir del tema. Esta es la poética del libro, encontrar un detalle que te conduzca a encontrar una historia humana dentro de la realidad para darle sentido y estructura a esa realidad y poder contarla con los recursos de la literatura.

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