Un lugar de esperanza compartida
Compañía Teresa Navarrete. Creación e interpretación: Teresa Navarrete, Nando Pérez, Montgomery. Composición original/Diseño de espacio sonoro: Montgomery, Miguel Marín. Asistencia a la dirección: María M. Cabeza de Vaca. Iluminación: Nando Pérez, Diego Cousido. Fecha: Sábado, 14 de diciembre. Lugar: Teatro Central, Sala B. Aforo: Dos tercios.
Tras mucho trabajo solitario y once años de militar en las filas de la compañía catalana Erre que erre, Teresa Navarrete ha vuelto a Sevilla, ha sido madre y, con su último trabajo, Salón Otto, ha demostrado que se encuentra en una magnífica etapa de madurez artística.
Frente a sus anteriores trabajos, en los que la abstracción desembocaba a menudo en un universo oscuro, incluso hermético, aunque siempre apoyado en bases sólidas, Salón Otto supone, como ella misma ha afirmado, un lugar para el sosiego. Un espacio donde la creadora, cuya calidad como bailarina es indiscutible, se plantea lo que puede llevarla a eso que algunos filósofos han llamado 'el contentamiento de vivir'. Y para ello, a partir de una pulsión inicial, casi furiosa, es capaz de entregarse a un movimiento más sosegado y extrovertido - incluso a la sonrisa abierta y luminosa-, y, sobre todo, logra compartir ese lugar de paz con sus dos compañeros de escenario.
El trabajo es breve pero está compuesto de muchos elementos, incluida la palabra pues tanto ella como el actor-bailarín Nando Pérez -un compañero que la complementa a la perfección, incluso físicamente- dicen algunos textos (de John Berger y de Agustín Fernández Mallo, entre otros) mientras Montgomery marca el ritmo tranquilo de la acción cantando algunas canciones y aportando, junto a su voz, su presencia y su estética.
Otros elementos teatrales, como la tierra y pequeñas esculturas de Joaquín Jara, ayudan a completar el sentido metafórico de Salón Otto.
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