Mapa de Músicas | Isabel Dombriz. Pianista
"En pandemia tuve la mente más libre que nunca"
Akram Khan (Londres, 1974), uno de los más requeridos coreógrafos del momento, quiso acercarse al mundo de Stravinski a través de la emoción e indagar en cómo el autor transformó hace un siglo la música clásica con su vocación rupturista a la vez que exploró los instintos más atávicos del ser humano. El resultado, Itmoi (acrónimo de In the mind of Igor), tiene su estreno español hoy y mañana en el Teatro Central de Sevilla y, como corresponde a la ambición de la propuesta y a la dicha de que sea Andalucía la elegida para su presentación en este país, apenas quedan entradas. En este singular homenaje a La consagración de la primavera, Khan ha contado con tres compositores diferentes -Nitin Sawhney, Jocelyn Pook y Ben Frost- que reinventan la partitura original dibujando un tapiz sonoro sobre el que se mueven, con extraordinaria energía, los once bailarines de la formación.
Sin dejar de revisitar la historia de una mujer que baila hasta la muerte, Khan se inspira aquí en la vida y obra del compositor ruso, que le sirve para reflexionar sobre todas las fuerzas divinas y demoníacas que participan de la creación artística. La Consagración de la primavera ha inspirado a los más grandes coreógrafos de las últimas décadas, como la recordada Pina Bausch o la también alemana Sacha Waltz, cuya propuesta se estrenó en mayo pasado en el Mariinsky de San Petersburgo coincidiendo con el primer centenario del estreno por los Ballets Rusos de Le sacre du printemps en el teatro de los Campos Elíseos. En la versión que propone Khan, que tuvo su preestreno en Grenoble -donde se creó en el marco de una residencia artística- y su puesta de largo oficial en el Sadler's Wells, que encargó la pieza, bailarines de distintos lenguajes y estilos, como el hip hop o el kathak, intentan explorar cómo nace la belleza a partir del caos.
Andrej Petrovic, encargado de supervisar el estreno español en ausencia del coreógrafo, recordó ayer que Khan -nacido en el seno de una familia bangladeshí y un virtuoso bailarín de kathak hasta que en los 90 decidió mezclar su repertorio tradicional con el de la danza contemporánea- es un intérprete de una "férrea disciplina", que "al igual que a sí mismo le exige muchísimo a los intérpretes, a los que, sin embargo, concede una gran libertad creativa". De esa coctelera de risas y lágrimas, libertad y control, surgen las dispares asociaciones de este Itmoi que anticipa la próxima coreografía de Khan: su esperado primer trabajo junto al sevillano Israel Galván que se estrenará del 2 al 7 de junio de 2014 en el MC2 de Grenoble y una semana después en el Festival de Otoño en Primavera madrileño.
También te puede interesar
Mapa de Músicas | Isabel Dombriz. Pianista
"En pandemia tuve la mente más libre que nunca"
ENSEMBLE DIDEROT | CRÍTICA
Guerra y música en Berlín
Lo último