El cine y la ciudad (amable)

Corren tiempos de reflexión crítica sobre el desarrollo de las ciudades y el urbanismo contemporáneo, y el cine documental parece haberse sumado a los debates con algunos títulos (pienso en Urbanized, de Gary Hustwit) que analizan y denuncian las derivas y la degradación de modelos que parecen haber dejado poco espacio para el hombre, la comunidad y sus vínculos primarios en favor de megalópolis tecnológicas o proyectos desproporcionados cada vez menos habitables, fruto de una coyuntura letal en la que se mezclan el culto a la arquitectura de autor, los delirios de posteridad de políticos ignorantes o el desastroso boom inmobiliario que ha terminado por conducirnos a la actual crisis.

En la que es ya su octava edición consecutiva, el ciclo Cine y Arquitectura que organiza la Consejería de Fomento y Vivienda de la Junta de Andalucía y que se celebra en el Antiguo Convento de Santa María de los Reyes (calle Santiago), pone este año el dedo en la llaga de las lacras y retos a los que se enfrentan las ciudades modernas, tomando el testigo de un lema, La ciudad amable, que ayude a diseñar utopías, a construir mejores relaciones humanas en un espacio común en el que recuperar vínculos perdidos.

Bajo el lema Distopías urbanas, cuatro documentales, tres de ellos de producción nacional y uno de origen turco, ocupan este año su programación. En Sobre ruedas (2011), que pudo verse ya el pasado jueves 4, el sevillano Óscar Clemente analiza las consecuencias sociales y ambientales que ha tenido la materialización de aquel sueño de la sociedad de consumo de un coche para cada individuo. Con un tono irónico y una retórica de colisión, el documental parte de entrevistas con expertos en diferentes ámbitos como el urbanismo, la filosofía o la ingeniería para reflexionar sobre la transformación experimentada por el entorno cotidiano y urbano. Clemente sazona, aligera y actualiza el formato convencional de imágenes actuales y de archivo con animaciones y collages de aire pop del reputado dibujante Miguel Brieva.

Mañana, a las 21:30, podrá verse La delirante historia de la pagoda (2011), dirigido por Andrés Rubio, centrado en la obra y la figura de Miguel Fisac (1913-2006), una piedra angular de la arquitectura moderna española. La Pagoda, como popularmente era conocida la sede los laboratorios Jorba, un singular edificio ubicado en plena autopista de Zaragoza, fue demolido en 1999 tras no ser incluido en el catálogo de edificios protegidos de la Comunidad de Madrid. Poco después, su privilegiada ubicación lo hizo víctima de la especulación inmobiliaria. Rubio documenta los aspectos que intervinieron en la destrucción del edificio y muestra la personalidad y especial carácter de su autor, mediante testimonios de diversos arquitectos que ayudan a dibujar el perfil de este singular personaje y genial arquitecto.

El día 18 se proyecta Otra noche en la Tierra (2012), de David Muñoz, un interesante y premiado trabajo que, con un ojo en el Jim Jarmusch de Noche en la Tierra y otro en el dispositivo de cámara fija de Ten, de Abbas Kiarostami, busca tomarle el pulso a la realidad social de El Cairo en plena revolución a través de varios trayectos en los populares taxis baratos de la ciudad, no-lugares itinerantes desde los que, tal vez, mejor se entienda la idiosincrasia, los anhelos y la realidad de una nación convulsa a través de pequeños relatos cotidianos. Rodada en formato digital, Otra noche en la Tierra saca un enorme partido estético a la noche cairota y apunta, en su carácter fragmentario, episódico y su rigor formal, hacia algunas de las cuestiones esenciales de la vida social y política en una ciudad donde reina el caos a muy distintos niveles.

Ya por último, el ciclo se cerrará el día 25 con la cinta turca Ekümenopolis (2012), de Imre Azem, un documental de enorme actualidad mediática en tanto que se centra en las grandes protestas de Estambul generadas a partir del plan del Gobierno de Erdogan de convertir el Parque Gezi en un centro comercial y que han desembocado en las revueltas y cargas policiales que hemos visto estos días en los telediarios. El documental se asoma también a la línea que ha seguido el desarrollo urbano de la ciudad turca en la última década y a los efectos que ha tenido la rápida transformación de la ciudad hacia la modernización con los Juegos Olímpicos de 2020 en el horizonte.