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Sostiene Gervasio Iglesias, productor de la empresa La Zanfoña y responsable de títulos como Astronautas o Grupo 7, que la historia del cine "es una evolución, una adaptación continua", y, aunque cree "normal" que los exhibidores "se asusten" ante las nuevas plataformas por las que el espectador puede llegar a una película, esta diversidad de vías ya es un fenómeno imparable. "Hay muchas formas de ver un largometraje, y en Andalucía estamos siendo pioneros, con Carmina o revienta [que salió al mismo tiempo en DVD, internet y salas], y El mundo es nuestro [que se proyecta en algunos cines a precio reducido]", declara el productor. El último trabajo de La Zanfoña, Un mundo cuadrado, segundo filme de Álvaro Begines tras ¿Por qué se frotan las patitas?, sigue la estela de las cintas anteriores: se programa desde hoy a sólo dos euros en cines de varias ciudades andaluzas (Cádiz, Málaga, Sevilla, Granada y Almería; en Madrid, donde también se estrena, se exhibe a cinco euros), y a partir de diciembre estará disponible en la red, en la página de Filmin.
Un mundo cuadrado supone un cambio de registro para Begines, que en su ópera prima optó por una comedia musical y ahora narra un drama ambientado en los 90 en un pueblo de las marismas,donde un grupo de jóvenes se rebela, tras un trágico accidente en el que muere un amigo, contra el orden primitivo e injusto que unos cuantos -el cacique y la guardia civil- han impuesto a la comunidad. La película surgió de la fascinación del director por los ríos, de la curiosidad que le despertaban los poblados levantados junto al Guadalquivir. "Me contaron la historia de unos chavales que se habían rebelado contra quienes los oprimían, me hablaron de protestas en las que tiraron tractores al río... Y siguiendo el río llegué hasta Doñana y ahí supe de los cazadores furtivos", explica sobre una historia que liga "trocitos de realidad, pero la trama como la contamos no es real". Lo que no es tan ficticio es la brutalidad de algunos personajes que describe la película. "Siempre pienso que me quedé corto: las historias que recopilé eran tremendas. Había tres que mandaban, y tres que mandaban de verdad. Lo de la caza es terrible, la mafia que hay y el dinero que genera es sorprendente... Hay muertes todavía sin aclarar", revela el realizador, que ha contado en su reparto con los actores Samuel Galiardo, Rocío Peláez y Jesús Carroza, cada vez más familiarizado con el cine años después de ese papel que le reportó el Goya al mejor actor revelación en 7 vírgenes.
Begines habla en su filme de "algo muy actual, que cada uno de nosotros empieza a preocuparse de lo que pasa, a moverse", pero no quiere poner el acento en "un discurso social, lo que queremos Miguel Ángel Carmona [el coguionista] y yo es entretener y emocionar". El Premio del Público obtenido en el Atlántida Film Fest, un festival on line de cine inédito, demuestra que Un mundo cuadrado puede conectar con los espectadores. "Se puede trasladar a cualquier sitio que funciona igualmente. Trata de poder, de opresión; de gente que se rebela contra un sistema que han marcado otros y que ellos intentan cambiar. La película va sobre la dificultad de hacerlo", defiende el director. "Y otro atractivo", añade, "es que está ubicado en un sitio maravilloso como las marismas, desconocido para el cine".
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