"Se reducirá la demanda cultural"
Rafael Burgos Lucena, presidente de GECA
La Asociación de Gestores Culturales de Andalucía entiende que el sector apenas tiene margen para amortiguar el impacto que el IVA causará en el consumo.
La Asociación de Gestores Culturales de Andalucía (GECA) cuenta con más de 400 asociados en las ocho provincias. Se trata de profesionales en activo de la producción, distribución y programación de música, danza y teatro, gestores de artes plásticas (galeristas y museólogos), así como especialistas del sector editorial y el fomento de la lectura, del audiovisual, técnicos de cultura del sector público, gestores del patrimonio histórico, etc. Burgos Lucena preside también la Federación Estatal de Asociaciones de Gestores Culturales, que componen 21 asociaciones sectoriales y regionales que representan a más de 4.000 profesionales.
¿Cómo afecta a su sector la subida del IVA cultural decretada por el Gobierno, que pasará el 1 de septiembre a ser del 21% para el cine, el arte y los espectáculos en vivo?
El gestor cultural hace una labor de intermediación entre los creadores, los bienes patrimoniales y los ciudadanos, por lo que le afecta de manera directa y muy negativamente. El aumento del antes IVA reducido afecta a las entradas de espectáculos, cines, teatros, circos, conciertos, etc., y a la facturación de otros servicios culturales; y el incremento del tipo impositivo general a los libros electrónicos y a otros muchos servicios auxiliares, imprescindibles para la actividad cultural. Estos cambios supondrán una reducción inmediata de la demanda pues los ciudadanos contarán con menos renta disponible para adquirir bienes culturales y participar en actividades culturales.
¿Qué medidas puede llevar a cabo para amortiguar su impacto en el consumo, con tendencia al retroceso por la crisis económica?
Pues muy pocas, por no decir ninguna, ya que los márgenes en el sector siempre han sido bajos y ya se habían ajustado aún más por la crisis. Está más que comprobado que los agentes culturales aceptan tasas de rentabilidad inferiores a las que aceptan los autónomos y empresas del resto de sectores económicos, pero reducirlas más asumiendo la subida del IVA supondría directamente tener que poner dinero para mantener la actividad.
¿Qué acciones están desarrollando para pedir al Gobierno central que la actividad cultural continúe gravada con el tipo de IVA reducido?
Desde GECA estamos promoviendo un comunicado conjunto de los sectores profesionales y empresariales de la cultura en Andalucía, para que se visibilice la magnitud del problema y los miles de trabajadores y empresas afectados y en peligro. Además, a la subida del IVA se une el drástico y dramático recorte de los presupuestos públicos dedicados a cultura, nos tememos que la reforma de la Ley de Bases del régimen Local suponga otro ataque al sector y la anunciada Ley de Participación Social y Mecenazgo todo parece indicar que va a quedar en un parche. Es esencial que el sector de la cultura se posicione unido y en bloque porque el empobrecimiento cultural y la pérdida de diversidad que va a generar estas medidas afectará al conjunto de colectivos de la cultura, con independencia de cómo lo haga de manera particular en cada sector cada medida concreta.
¿Cómo puede subsistir el modelo cultural vigente en este escenario de recortes y subidas de precios e impuestos?
Nosotros pedimos que el Gobierno rectifique y apostamos por el establecimiento de un IVA unificado y superreducido para el sector de la cultura, que garantice la diversidad, estimule la participación de los ciudadanos en la vida cultural y permita que el sector desarrolle todo su potencial, contribuyendo así a la recuperación económica a corto y medio plazo. La cultura es un derecho de los ciudadanos y por lo tanto los poderes públicos tienen la obligación de garantizarlo. Si no pueden ayudar a financiarlo, deben promover y facilitar que se pueda financiar con recursos privados y no nos vamos a cansar de denunciar que es incomprensible y contradictorio aumentar el IVA que afecta a los usuarios de actividades y servicios culturales, a la vez que se afirma estar trabajando en la elaboración de la Ley de Participación Social y Mecenazgo para incentivar fiscalmente la aportación de recursos privados al sector de la cultura.
¿Qué papel debe jugar el periodismo cultural en este retador contexto?
Trasladando de forma eficaz a la sociedad el valor de la cultura, su rentabilidad social y educativa, su incidencia en la calidad de vida, en el desarrollo personal y en la identidad colectiva. El sector cultural nunca ha recibido un trato comparable al dado a otros sectores, pese a que atesora enormes posibilidades de generar empleo -empleo además cualificado y no deslocalizable en su mayor parte-, es un sector más respetuoso con el medio ambiente que otras actividades y es un sector que genera externalidades y dinamización para otros sectores económicos, como la hostelería, el turismo, el transporte, las empresas tecnológicas, etc. Y sin embargo, los recursos públicos dedicados a la cultura han sido siempre mínimos y los primeros en recortarse, cuando el impacto de ese recorte en la reducción del déficit público es mínimo porque siempre han sido partidas muy escasas. El aumento del IVA a la Cultura no va a suponer un aumento de ingresos para el Estado y sí la desaparición de muchísimos proyectos y puestos de trabajo.
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