Barenboim dice que en 13 años nunca ha cobrado "una peseta" por el Diván

Los políticos dicen que la música clásica es "elitista" y esa es "la mentira más grande del mundo", pero lo dicen porque carecen de "formación", aseguró ayer el pianista y director Daniel Barenboim (Buenos Aires, 1942), al presentar en Madrid la grabación en directo de las sinfonías completas de Beethoven, testimonio de su proyecto Beethoven for all, con el que él y la orquesta West-Eastern Diván están llevando la música del alemán por todo el mundo. Una de las paradas de Barenboim en Europa iba a ser esta noche en Madrid, en la Plaza Mayor, pero la "crisis" se llevó por delante la cita, aunque sí se mantiene la de mañana en Sevilla, donde tiene su sede la Fundación Barenboim-Said. Tras actuar en el Maestranza (aún quedan entradas), orquesta y director viajarán a Londres, para interpretar en los Proms de la BBC, durante cinco días, las nueve sinfonías, y luego irán a Berlín y Salzburgo, donde concluirán la gira europea el 2 de agosto.

Sobre su cancelada cita madrileña, Barenboim recordó ayer que cerca de 12.000 personas acudían cada año a dicho concierto "gratuito", algo que "habría dado mucho aliento al público" en un momento tan complicado. La alcaldesa Ana Botella anunció en mayo que se anulaba la actuación por los ajustes en el Ayuntamiento de Madrid, decisión que para Barenboim es "una lástima" porque "habría sido un gesto muy positivo haberlo hablado y negociado". Y es que, recordó, en sus 13 años al frente de esta orquesta "nunca" ha cobrado "ni una peseta". "Mucho más barato que gratis no sé cómo hacerlo", bromeó el maestro. "Cortar lo que parece más simple sin ni siquiera pensarlo no es la forma más inteligente de hacer las cosas. Nunca hubo una discusión acerca de si se podía hacer de otra forma, simplemente se canceló", aseveró.

Mañana, en el Maestranza, Barenboim dirigirá las Sinfonías 1, 2 y 8 de Beethoven, compositor que es "la columna vertebral" de la orquesta desde que él y el fallecido filósofo palestino Edward Said la fundaron en 1999, porque, recordó, la primera vez que se reunieron en un ensayo fue para tocar su Séptima sinfonía. "Cada año interpretamos a Beethoven porque su música tiene de todo. Es dramática, lírica, poética y nada superficial ni coqueta. Sólo se ocupa de lo esencial y por eso es realmente un hilo conductor de la orquesta".

El Diván, añadió, es un proyecto "extraordinario" y "lo más importante" que asegura haber hecho en "toda su vida" no sólo por el espíritu de conciliación entre judíos, palestinos y árabes que la anima, sino porque esta orquesta "de primerísimo orden" busca la conexión entre la música "y todo lo demás". "Nadie les fuerza a volver cada año a Pilas, donde ensayan y participan en talleres y proyectos educativos y no lo hacen ni por lealtad ni agradecimiento sino porque es importante para ellos", recalcó el maestro, que omitió el hecho de que este año no se ha celebrado en Pilas el taller anual. El proyecto se asentó en 2002 en Sevilla, costeado por la Junta de Andalucía, tras pasar fugazmente por Weimar y Chicago.