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Como ya hiciera en 2010, el Festival de Música Antigua de Sevilla (Femás) dedica este año una semana especial a los instrumentos antiguos de cuerda pulsada, que, aparte su significación histórica en Sevilla, han vivido en las dos últimas décadas unos años vigorosos en la ciudad gracias en buena medida a la labor de Juan Carlos Rivera en el Conservatorio Superior de Música. Las actividades de este ciclo comienzan esta misma mañana cuando se abre al público en la antigua ropería del Convento de Santa Clara una exposición dedicada a la Vihuela de Quito, una de las cuatro originales que sobreviven en todo el mundo de la época en que la vihuela era uno de los reyes indiscutibles de la música española, esto es, en el siglo XVI. Se trata de un instrumento que se conserva actualmente en la Iglesia de la Compañía de Jesús de Quito y que perteneció a Mariana de Jesús Paredes y Flores (1618-1645), santificada en 1951 con el nombre de Santa Mariana de Jesús. La exposición ofrece una panorámica de los resultados obtenidos en el estudio que en 2010 hicieron del instrumento Carlos González y Francisco Martínez, incluida una réplica. Una segunda exposición, que se abre mañana en el refectorio del mismo convento de Santa Clara, recogerá el trabajo actual de violeros de todo el mundo, no solo los especializados en cuerda pulsada. Ambas exposiciones se mantendrán abiertas hasta el próximo domingo 18 de 10 a 14 y de 16 a 20:30.
La Semana incluía también cinco conciertos a celebrar en el mismo recinto de Santa Clara, aunque una cancelación de última hora la ha dejado en cuatro. El primero lo ofrece esta noche Paul O'Dette, el canadiense especializado muy singularmente en el laúd renacentista, instrumento del que puede considerarse el gran referente mundial de nuestros días. En Sevilla ofrecerá un programa que no se conoce en todos sus detalles, ya que se presenta como "carta blanca", pero en el que repasará la figura de los tres mayores laudistas de la Italia de principios del siglo XVI, Francesco Canova Da Milano, Marco Dall'Aquila y Alberto Da Mantova.
El conocimiento que hoy tenemos de todo aquel repertorio está estrechamente relacionado con la expansión de la imprenta musical, que comenzó su andadura en Venecia en 1501 y, después de veinticinco años en que su ámbito se redujo a algunas ciudades italianas y alemanas, vivió, a raíz de los trabajos de Pierre Attaingnant en París, una difusión extraordinaria que hizo que las ediciones florecieran por todas las regiones de Europa. Esas primeras décadas de música impresa están muy presentes en el recital singularísimo que en la matinal del sábado 17 ofrecerán el organista jerezano Andrés Cea y el vihuelista argentino Ariel Abramovich, ambos asentados en Sevilla desde hace mucho. Un concierto especial por varias razones: primero, porque será la única ocasión de escuchar una vihuela, ausente en los otros recitales de la Semana; pero también porque a su lado podrá escucharse un monacordio, un instrumento de tecla y cuerda por completo infrecuente hoy, pero que estuvo muy extendido en todo el ámbito hispánico entre los siglos XVI y XVIII. El mecanismo de producción de sonido del monacordio, mediante unas pequeñas láminas de latón situadas al final de la tecla que actuaban como prolongación del dedo del tañedor, permitían al intérprete un contacto físico permanente con el punto en el que se producía la vibración, lo que hizo al instrumento ideal para la enseñanza de la tecla.
El jueves 15 estaba prevista la presentación de otro dúo, el formado por el laudista francés Eugène Ferré y uno de sus alumnos en Lyon, el sevillano Alejandro Sosa, que habrían de recorrer también buena parte del repertorio laudístico del siglo XVI para terminar penetrando en la música isabelina inglesa, pero su actuación ha sido cancelada por enfermedad.
Dos excepcionales tríos españoles completan la oferta de conciertos de la Semana con programas que se extienden a territorio barroco. El viernes 16 actúa Armoniosi Concerti, el conjunto que lidera Juan Carlos Rivera. Su guitarra barroca junto a la de Juan Miguel Nieto y la tiorba de Consuelo Navas darán vida a un programa centrado en el mundo de las danzas italianas y españolas, desde los tiempos tardorrenacentistas de Caroso y Negri al barroco de Kapsberger, Santiago de Murzia y Gaspar Sanz. Finalmente, el domingo 18 y en horario vespertino (a las 18:00), actuarán los asturianos de Forma Antiqva, uno de los grupos más pujantes de la música antigua española. Los hermanos Aarón (clave), Pablo (guitarra barroca) y Daniel (tiorba) Zapico forman el núcleo básico del grupo, que se presenta por segunda vez en el Femás, esta vez para ofrecer un programa que es casi idéntico al de una de sus grabaciones con el prestigioso sello alemán Winter & Winter, Concerto Zapico, un repertorio que tiene muchos puntos en contacto con el de Armoniosi Concerti: es un paseo por música española e italiana muy vinculada a la danza, con especial atención a los bassi ostinati de pasacalles, chaconas y fandangos, todo ello siempre en el peculiar estilo del conjunto, que imprime a todo lo que hace una lectura personal, que tiene mucho que ver con la histórica tradición de la glosa, la variación y la improvisación.
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