El 15-M salta al cómic
Coinciden en el mercado 'Revolution Complex' y 'Yes we camp!', sendas recopilaciones de historietas en torno al movimiento social de los indignados.
Tres meses después de su irrupción en la vida pública, el 15-M salta por primera vez a las viñetas del cómic con Revolution Complex y Yes we camp!, dos obras que recogen las críticas y reivindicaciones asociadas a este movimiento social. El primer libro en ver la luz ha sido Revolution Complex (Norma), una antología de historietas en la que 22 jóvenes artistas muestran su descontento con la crisis, el paro, la corrupción, la precariedad, la burbuja inmobiliaria, los políticos, los banqueros o las agencias de calificación.
Estas reivindicaciones estallaron el pasado 15 de mayo, cuando una simple manifestación se transformó en una acampada multitudinaria en la madrileña Puerta del Sol, dando lugar a un encuentro intergeneracional que puso en jaque a las estructuras políticas españolas. "En los momentos de misantropía más recalcitrantes, uno se imagina que la humanidad entera es gilipollas y que nunca va a cambiar nada, pero en el fondo quieres pensar que hay más gente que piensa como tú y que lo que hace falta es que se interconecte entre sí; eso se ha conseguido gracias a internet", explica el dibujante Fernando Blanco (Soria, 1971).
Las redes sociales no disfrutan de ningún protagonismo en la historieta de Blanco, Foederati, donde se compara la caída del Imperio Romano con la coyuntura actual de los países desarrollados. "El sistema va a desaparecer porque es incapaz de hacer frente a los distintos colapsos (medioambiental, energético, alimentario) a los que nos enfrentamos", apunta.
Revolution Complex también incluye obras de Danide, Josep Casanovas, Claudio Stassi, Dani Serrano o el catalán Marcos Prior, guionista de reflexiones tan llamativas como Indignados, la película del 15-M (ironía sobre el supuesto carácter oportunista del libro) o El movimiento de los indignos (que niega la culpabilidad de la ciudadanía en la crisis económica). "El 15-M ha sido un revulsivo para la mayoría de la población, que es la que más sufre los recortes sociales. Algunos medios están interesados en demostrar que el movimiento ha perdido fuelle, pero creo que se ha producido un cambio de mentalidad con el mero acto de acampar en espacios públicos", afirma Prior (Hospitalet de Llobregat, Barcelona, 1975).
Las ocupaciones callejeras se extendieron por toda la península, algo que no hizo mucha gracia al abuelo del ilustrador Jordi Lafebre (Barcelona, 1979). "En vez de dar mi punto de vista, intenté ponerlo desde la perspectiva de un ciudadano que vivió otra época. Mi abuelo representa a millones de españoles que vivieron tiempos más difíciles que los nuestros", confirma el responsable de Ñiñotes.
Por otro lado, la pléyade de autores comprometidos se acaba de ampliar con el lanzamiento de Yes we camp! (Dibbuks), una selección de historietas y artículos en la que destacan nombres como Paco Roca, Carlos Giménez, Eduard Punset, Federico Mayor Zaragoza, Santiago García, Enrique Flores, Pere Mejan o Tomeu Pinya. El maremágnum de historietas ofrece opciones tan interesantes como Tengo mis dudas, pero..., donde el dibujante Pere Joan (Palma de Mallorca, 1956) explica su "debate interno" sobre el 15-M. "Espero haber reflejado el estado de la cuestión, un debate amplio que he planteado con una estética de acampada y un aire de chabola y de acumulación", detalla.
Caracterizadas por su inmediatez y efervescencia, tampoco se pueden obviar las dos tiras realizadas por Santiago García y Pepo Pérez, unas viñetas que nacieron en pleno 15-M y que ahora se recuperan en Yes we camp!. "Santiago fue a Sol en varias ocasiones y yo fui a varias de las manifestaciones en mi ciudad. Queríamos reflejar lo que decía la gente en las asambleas o simplemente qué tipo de personas iban. El movimiento ya estaba plenamente justificado ante las cosas que están pasando", señala Pérez (Málaga, 1969).
No estuvieron menos implicados Sergio Bleda (Albacete, 1974) y Carla Berrocal (Madrid, 1983), que visitaron con asiduidad las acampadas de Valencia y Madrid respectivamente. El primero mostró su indignación en varios dibujos "muy viscerales" y recopilados bajo el título De mis tripas al papel. "Son mis reacciones a los vídeos que encontraba en Youtube, a las noticias que leía en la prensa... Todo eso genera emociones que están a flor de piel y por eso mis dibujos son tan poco meditados, hechos muy rápido y con rabia", analiza.
Por su parte, Berrocal hizo un viaje histórico por la Guerra de la Independencia, los últimos años del Franquismo y el propio 15-M, todo ello sin abandonar la Puerta del Sol. "No quería dar lecciones a nadie; me parecía mejor hacer un homenaje a lo que Sol ha representado por sí mismo, contar una historia desde su punto de vista, como un elemento vivo de la ciudad", remata.
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