El Dalai Lama amenaza con dimitir si la violencia se descontrola en el Tíbet

Las fuerzas de seguridad chinas llevan a cabo registros casa por casa y numerosas detenciones en Lhasa

Europa Press

18 de marzo 2008 - 11:46

DHARAMSALA (INDIA)/BEIJING/El Dalai Lama amenazó el martes con dimitir si la violencia se descontrola en Tíbet, donde las fuerzas de seguridad chinas han reprimido duramente las protestas protagonizadas por los tibetanos contra Beijing.

"Si las cosas se descontrolan, mi única opción es renunciar por completo", declaró el Dalai Lama, líder espiritual del Tíbet, en una rueda de prensa en la localidad india de Dharamsala (norte), donde tiene su residencia el Gobierno tibetano en el exilio desde la ocupación de tropas chinas del Tíbet.

Poco antes, el primer ministro chino, Wen Jiabao, había acusado al Dalai Lama de orquestar los enfrentamientos en Tíbet en los cuales podrían haber muerto decenas de personas, agregando que sus seguidores estaban "incitando al sabotaje" de los Juegos Olímpicos de Beijing en agosto.

"Hay muchos hechos y muchas evidencias que prueban que esto fue organizado, premeditado, planeado e incitado por el entorno del Dalai (Lama)", dijo Wen en rueda de prensa en la capital china.

El Dalai Lama, líder espiritual del budismo tibetano, exiliado en India desde 1959, ha negado estas acusaciones. El premio Nobel de la Paz dice que quiere autonomía para el Tíbet dentro de China, pero no la independencia plena.

Las protestas contra China lideradas por monjes en Lhasa, las más importantes en casi dos décadas, se desbordaron el viernes con tiendas y vehículos incendiados y enfrentamientos con las fuerzas del orden en los que hubo numerosas víctimas.

Wen acusó el martes a los manifestantes de querer "incitar al sabotaje de los Juegos Olímpicos para lograr su abominable objetivo". "Esas son acusaciones infundadas", replicó el portavoz del Dalai Lama, Tenzin Taklha, subrayando que "todo comenzó con uno o dos incidentes. Por la tecnología, por el boca a boca, se propagó rápido. Fue muy espontáneo".

El Dalai Lama pidió el fin de semana que se investigue lo que él considera un "genocidio cultural" en Tíbet, invadido por las tropas comunistas en 1950, pero Wen rechazó esa acusación. "Las declaraciones de que el Gobierno chino está envuelto en un genocidio cultural no son más que mentiras", aseveró.

Los representantes del exilio tibetano en Dharamsala cifran los muertos en 80 personas por la represión del viernes. Pero las autoridades chinas aseguran que las fuerzas de seguridad actuaron con moderación en respuesta a los incendios provocados y los saqueos en Lhasa, usando sólo armas no letales, y que sólo 13 "civiles inocentes" murieron.

Situación en Lhasa

No ha habido declaraciones ni acciones provenientes desde Lhasa después de que pasara el plazo de la medianoche del lunes para que se rindieran los involucrados en las protestas.

Según las fuentes consultadas por la Campaña Internacional por el Tíbet, la atmósfera en Lhasa es "terrorífica" ya que los soldados chinos están realizando registros casa por casa y deteniendo a personas, en particular a aquellas que tienen imágenes del Dalai Lama.

Un tibetano relató desde Lhasa cómo "la Policía se llegó a un estudiante universitario, al que golpeó hasta que no se podía tener en pie" porque, explicó, "llevaba una imagen de Kundu ('la presencia', en referencia al Dalai Lama) en su cuello".

Según la emisora Radio Free Asia, que cita a un testigo en Lhasa, la Policía ha detenido a "cientos" de personas, si bien otras fuentes apuntan a que los fiscales municipales de la capital tibetana han emitido órdenes de arresto contra al menos 150 "fugados" antes de que venciera el ultimátum del lunes.

Asimismo, la RFA informa, citando a un residente local, de que se está denegando el acceso a los hospitales de Lhasa a los tibetanos. "El Hospital Popular de Lhasa ha resultado dañado", indicó la fuente, precisando que "los tibetanos sospechan que fue dañado por los chinos con el fin de que los tibetanos heridos no puedan recibir tratamiento". "Los tibetanos que son llevados a los hospitales de Lhasa están siendo rechazados", precisó.

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