La 'chica Bond rusa' intercambiada por un científico nuclear
Rusia intercambia al agente de la CIA Igor Sutjagin por la espía Anna Chapma detenida por Washington.
Washington - Moscú/La rusa Anna Chapman adoraba salir de fiesta en Nueva York, hasta que embarcó en un avión a Viena; mientras el físico Igor Sutjagin pasaba sus días en un campo de detención en su país de origen acusado de trabajar para la CIA. Ahora serán intercambiados en un caso que recuerda a los vividos en plena Guerra Fría.
Más conocida como la chica Bond rusa, la nueva Mata Hari o la agente 90-60-90 por la prensa rosa en todo el mundo, Anna Chapman fue la encargada de ofrecer un rostro bonito al affaire de espías destapado en Estados Unidos para Rusia. La prensa publicó a mansalva fotografías íntimas de la mujer de 28 años, supuestamente filtradas por su ex marido británico. La espía vivía en el centro de Nueva York y al parecer le encantaban las fiestas y la moda de diseño. La Venus del Volga volvía locos sobre todo a hombres mayores adinerados de la ciudad. Para ocultarse fundó una agencia inmobiliaria en Internet. Los investigadores la señalan como una agente extraordinariamente culta.
Crecida en Volgogrado, la antigua Estalingrado, Anna Kushchenko, su nombre de nacimiento, se mudó a Moscú al terminar sus estudios escolares, donde conoció al británico Alex Chapman, con quien se casó meses después. Sus amigos de la escuela describen a la pelirroja como inteligente, atractiva y honesta. "Con ella nunca nos aburríamos", cuenta Viacheslav Serkov, que asegura haber sido el primer novio de Anna, a un diario de su localidad natal.
Tras el descubrimiento de sus actividades, Anna Chapman quiere vivir en Reino Unido, donde ya pasó algunos años. Pero pese a que tiene un pasaporte británico, es cuestionable que las autoridades se lo permitan. Mientras Anna Chapman sólo pasó unos días en prisión, la figura clave del otro bando estuvo once años tras las rejas en un campo de detención en el norte de Rusia. El físico y supuesto agente de la CIA Igor Sutjagin detenido en 1999 fue condenado en abril de 2004 en un proceso a puerta cerrada a 15 años de prisión por traición al país.
Tras reiterar siempre su inocencia, el hombre de aspecto vigoroso reconoció las acusaciones para solicitar el indulto al jefe del Kremlin, Dmitri Medvedev. Sutjagin luchó durante mucho tiempo con esa encrucijada, pero fue muy presionado, dijo su abogada Anna Stavizkaya. Según funcionarios estadounidenses en el anonimato, el experto nuclear nacido en Moscú está probablemente enfermo. Según sus declaraciones, el hombre de 45 sólo utilizó en sus informaciones material ya publicado. "Sólo soy culpable de haber hablado con extranjeros", dijo el ex trabajador del instituto ruso de Estudios sobre Estados Unidos y Canadá tras la condena.
El servicio secreto interno ruso FSB le acusó de transmitir, durante cinto encuentros, informaciones sobre defensa antimisiles rusa y sobre un submarino nuclear a una agencia británica con contactos con el servicio secreto estadounidense.
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