Pilar Cernuda
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San Fernando de Henares (Madrid)/El etarra Joseba Koldo Martín Carmona ha declarado como testigo en un juicio que intentaron matar al ex consejero de Interior vasco Juan María Atutxa al menos media docena de veces y que de no haber sido detenidos los miembros del comando Vizcaya nunca habrían desistido. La Audiencia Nacional ha celebrado el juicio de Gorka Martínez Ahedo, para quien el fiscal Daniel Campos ha pedido un total 46 años de prisión por su participación en los intentos de asesinato en 1994 de Atutxa y del sargento del Ejército de Tierra José Carollo.
El fiscal ha rebajado al final de la vista su petición inicial de 68 años de cárcel al haberse constatado en el juicio que Francia extraditó al acusado por los intentos de asesinato pero no por los delitos de pertenencia a banda armada, uso ilegítimo de vehículo y sustitución de placas de matrícula. La abogada de la acusación ejercida por la Asociación Víctimas del Terrorismo se ha adherido a la modificación de petición de pena realizada por el fiscal mientras que la letrada del acusado ha reclamado su absolución al estimar que no se ha acreditado su participación en los hechos.
Gorka Martínez Ahedo ha reconocido su pertenencia a ETA pero ha negado su participación en estas acciones aunque ha comentado que "era público y notorio que Atutxa era objetivo" de la banda terrorista, y ha añadido que hacía "todo tipo de actividades necesarias" para la organización. Los miembros del comando Vizcaya Joseba Koldo Martín Carmona y Lourdes Churruca -ya condenados por acciones terroristas- han testificado que Gorka Martínez Ahedo no participó en las intentonas contra Atutxa y el sargento Carollo.
Según el fiscal, los miembros del comando, entre ellos Gorka Martínez Ahedo, intentaron a lo largo de 1994 hasta cinco veces matar a Atutxa, en las cuatro primeras ocasiones con coche bomba en Galdakao (Vizcaya) y la última con un maletín cargado de explosivos para accionarlo con mando a distancia en la boda de su hijo en la Basílica de Begoña. Joseba Koldo Martín Carmona ha testificado que no llegaron a hacer explosionar los coches comba contra Atutxa porque o no pasaba por el lugar previsto o cuando lo hacía había "civiles" al lado del coche, pero ha insistido: "Era una acción que se iba a hacer siempre que se pudiese". Ha añadido que él y no el acusado era el que se iba a encargar de colocar la maleta bomba en la boda del hijo de Atutxa pero que finalmente no lo hizo porque "había demasiado vigilancia". Al respecto Lourdes Churruca ha dicho que no llevaron finalmente a cabo esta acción "ya que habría reventado un montón de gente en la boda".
En el juicio ha comparecido el sargento Carollo, quien ha recordado cómo le dispararon tres personas cuando circulaba con su vehículo el 18 de noviembre de 1994 en Larrabetzu (Vizcaya) y que tuvo que repeler la agresión con su arma reglamentaria, logrando llegar a su unidad, donde dio parte de lo ocurrido. Ha añadido que recibió un impacto de bala en un brazo que le provocó pérdida de sensibilidad y afectó a la movilidad de dos dedos. En su huida los terroristas fueron interceptados por ertzainas y tras un tiroteo con ellos fueron detenidos, aunque uno de ellos, Ángel Irazabalbeitia, murió como consecuencia de los disparos, según consta en las actuaciones.
El fiscal ha estimado que ha quedado acreditada la participación del acusado y ha recordado que ha asumido su pertenencia a ETA y las acciones que debía realizar para la banda. En el turno para prestar su última declaración el acusado ha comentado que "aplicando el juego" de las acusaciones se le podía imputar "todas las acciones, comunicados, treguas y rupturas de ETA de los últimos veinte años".
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