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Andalucía pierde la rueda de la economía nacional. Junto a Castilla-La Mancha, la economía andaluza registró en 2010 el peor crecimiento de toda España, con un retroceso del 0,9%, según el Instituto Nacional de Estadística, que empeora en tres décimas el cálculo avanzado a principios de mes por el Instituto de Estadística de Andalucía. El diferencial entre España y Andalucía se incrementa hasta las ocho décimas, ya que el INE confirmó que la economía nacional sólo cayó un 0,1% en el conjunto de 2010. Habría que remontarse hasta 1998 para encontrar una divergencia mayor entre la actividad económica española y la andaluza.
La brecha también es palpable en la renta. La riqueza por habitante de Andalucía se situó en 17.405 euros, un 0,5% menos que en 2009. Esta cifra equivale al 75,5% de la media española, el peor dato desde 2002, año en el que la renta per cápita andaluza equivalía al 74,8% de la media española. Además, ancla a Andalucía en el farolillo rojo junto a Extremadura, cuya renta sólo equivale al 73% de la media nacional.
El descenso de la renta podría tener efectos en los cálculos para percibir fondos europeos. Según los datos de la oficina estadística europea, Eurostat, la renta media del conjunto de los 27 socios de la Unión Europea alcanzó los 24.486 euros. Esta situación supone que Andalucía no alcanzaría más que el 71,4% de la riqueza europea. No obstante, esta cifra no es definitiva, ya que se basa en una estimación inicial del Instituto Nacional de Estadística. Eurostat también trabaja con un amplio colchón de tiempo. Precisamente, el pasado 24 de febrero Eurostat publicó los datos definitivos correspondientes al año 2008, que reflejaban que Andalucía había bajado del 81% al 80% de la media.
La evolución del PIB demuestra una vez más el carácter pendular de la economía andaluza: crece por encima de la media española en épocas de expansión, para caer con mayor fuerza en los años de dificultades económicas. Al ampliar el foco al conjunto de la década, se comprueba que la crisis todavía no ha echado por tierra el esfuerzo de los últimos años. El crecimiento medio de España entre 2001 y 2010 fue del 2,06%, mientras que el andaluz alcanzó el 2,17%.
La merma de la renta andaluza no sólo se explica en las causas económicas. La demografía también juega un papel. En los dos últimos años, la población andaluza ha crecido por encima de la media española, un fenómeno que no se producía desde 1997. Concretamente, en 2009 aumentó un 0,9% -frente al 0,7% de crecimiento del conjunto de España-. En 2010 el diferencial aumentó hasta las cinco décimas -0,8% de crecimiento regional frente al 0,3% nacional-. Esta situación acarrea que no sólo se genera un Producto Interior Bruto inferior, sino que éste se debe repartir entre más población -al menos a efectos estadísticos-.
Una de las causas que podría estar detrás de este bajón demográfico es la reducción del flujo de inmigrantes tras años de fuerte crecimiento, en coincidencia con la bonanza económica, en los que la población llegó a crecer un 1,8% en tasa interanual.
En cuanto a la comparativa por regiones, País Vasco, Navarra y Madrid se posicionan como las comunidades con la mayor renta por habitante, por encima prácticamente del 130% de la media nacional.
Navarra y País Vasco vuelven a repetir en los puestos de cabeza al cotejar los datos de crecimiento, con un 1,2% y un 0,8% respectivamente. Castilla y León completa el podio con 0,8%. Según el INE, el comportamiento diferencial de las regiones con crecimiento positivo radica en la evolución de la industria, determinante en las dos primeras, y la agricultura, clave en el caso de Castilla y León. Esto no implica que estas regiones hayan afianzado el camino de la recuperación. El carácter cíclico de estos sectores, especialmente el agrícola, obliga a mantener la cautela.
Andalucía también tiene potencial para reengancharse al pelotón. Al hilo de la recuperación internacional, el sector exterior ha despertado de su letargo. Según la Contabilidad Regional Trimestral del Instituto de Estadística de Andalucía, el buen comportamiento de las exportaciones mitigó el batacazo, y aportó 2,1 puntos de crecimiento al PIB regional. La clave para 2011 estará en que el resto de los sectores también se reactiven.
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