Abengoa inaugura en Sevilla la central termosolar más avanzada de Europa

La planta es experimental y desarrollará la segunda generación de esta tecnología para aplicarla en sus futuros proyectos · Incrementa la producción un 20% y puede generar electricidad tras la puesta del sol

Rafael Osuna (i), de Abengoa y Martín Soler inauguran la planta.
Rafael Osuna (i), de Abengoa y Martín Soler inauguran la planta.
Alejandro Martín / Sevilla

20 de junio 2009 - 05:02

La multinacional andaluza Abengoa inauguró ayer en la provincia de Sevilla la primera planta termosolar en Europa que emplea la tecnología de torre de vapor sobrecalentado, que incrementa la producción un 20% respecto a las anteriores. La central forma parte del complejo termosolar Solúcar, situado en el término municipal de Sanlúcar la Mayor, y ha sido bautizada como Eureka ya que se trata de un modelo "experimental y a escala reducida", que servirá para afinar esta tecnología, según explicó el director general de Abengoa Solar New Technologies, Rafael Osuna, que presidió el acto junto al consejero de Innovación de la Junta, Martín Soler.

Eureka ha supuesto una inversión de siete millones de euros. Se encuentra entre las plantas PS-10 y PS-20, que ya están operativas, y sigue el mismo esquema de producción que las dos anteriores: una serie de espejos -llamados helioestatos, que ocupan en este caso 5.000 metros cuadrados- concentran la radiación solar en un receptor lleno de agua que se alza sobre una torre de hormigón. El calor convierte el agua en vapor, y éste mueve una turbina que genera electricidad. La planta inaugurada ayer se diferencia de las anteriores en varios aspectos técnicos. El primero y más importante es el receptor, que es la clave del proceso. "La tecnología de torre de vapor sobrecalentado permite que el vapor alcance una temperatura más elevada, y por lo tanto eleva el rendimiento un 20%", explicó el director de explotación y mantenimiento de Abengoa Solar, Valerio Fernández.

Frente a los 300 grados centígrados que se pueden obtener en PS-10 y PS-20, en el receptor de Eureka se superan los 500 grados centígrados. Al ser más eficiente, los costes de producción se reducen, ya que se precisa una superficie menor de helioestatos para generar la misma cantidad de electricidad, según destacó el responsable de explotación de Abengoa Solar. Además, Eureka también permitirá desarrollar una nueva generación de acumuladores. "Con ellos se podrá generar electricidad no sólo cuando haya sol, sino a horas como las nueve o las diez de la noche, en las que hay una gran demanda", agregó Valerio Fernández.

Otra diferencia radica en sus dimensiones. Dado que es una planta experimental, la torre de Eureka sólo tiene 55 metros de altura, contrastando con los 115 y 165 metros de altura que alcanzan las otras dos termosolares del complejo. Estas dimensiones también explican que la potencia instalada de Eureka sólo sea dos megavatios y que su producción no se destine a la red. En cambio, PS-10 y PS-20 suman 31 megavatios.

La importancia de Eureka estriba en que "servirá de prototipo para las siguientes plantas que se construyan en Solúcar", subrayó Rafael Osuna, que estimó que se tardarán unos dos años en aplicar esta tecnología en una central de explotación comercial.

El complejo de Solúcar se encuentra ahora al 10% de su rendimiento. Abengoa construye actualmente otras tres plantas que emplean la tecnología de cilindros parabólicos en vez de la de torre y que añadirán otros 150 megavatios de potencia.

En fase de proyecto se encuentran otras dos termosolares de cilindros parabólicos y otra más de torre, similar a las PS-10 y PS-20, que será la que estrene la nueva tecnología que se experimenta en Eureka. Las previsiones de Abengoa apuntan a que estarán terminadas a finales de 2012 o 2013, momento en el que Solúcar funcionará a pleno rendimiento con 300 megavatios de potencia.

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