Fernando Faces
Perspectivas económicas: España 2025
Los problemas que arrastra el A400M llevaron a que en 2015 se entregaran sólo once aviones militares a los países clientes frente a los 17 previstos. Sin embargo, y aún persistiendo fuertes "riesgos" para el programa, Airbus se ha marcado un reto ambicioso para este año: duplicar las entregas, hasta superar la veintena.
El discurso del consejero delegado de Airbus, el alemán Tom Enders, durante la presentación de resultados del grupo ayer en Londres, estuvo entre el optimismo y el realismo. Por una parte, subrayó que el proyecto del avión que se ensambla en Sevilla logró "estabilizarse" en 2015, año en el que duplicó su producción hasta las 18 unidades, pero por otra admitió que se entregaron menos aparatos y que los escollos que pesan sobre el programa -problemas en la eficiencia industrial y en la capacidad militar- supusieron otra carga de 290 millones de euros extra. Los sobrecostes totales que acumula desde su lanzamiento en 2003 ya rozan los 5.000 millones.
"Tenemos dificultades en diferentes niveles, por lo que no podemos ofrecer garantías de que no se vayan a producir cargas adicionales este año", avanzó Enders. No obstante, alabó los avances logrados en la industrialización del programa gracias a la aportación tanto de Fernando Alonso, presidente de Airbus en España y director de Aviones Militares de la división de Airbus Defence and Space (D&S), como de Pilar Albiac, jefa de Operaciones de la misma división y responsable de producción del A400M, que acaba de dejar la compañía "por diferencias en el estilo de liderazgo". Gracias a ambos, dijo, el avión logró duplicar su producción a pesar del fuerte impacto que supuso para el grupo el accidente de uno de los aparatos de prueba en Sevilla el 9 de mayo del año pasado y en el que fallecieron cuatro de sus seis tripulantes.
"No podemos dormirnos en los laureles, han pasado cosas que han frenado nuestras expectativas, pero sin duda hemos avanzado en la parte industrial, aunque quedan por resolver cuestiones referentes a las capacidades militares del avión", resumió.
La compañía no aclaró nada acerca de cuáles son los desafíos en el terreno de la producción (en ocasiones anteriores había apuntado a problemas de la cadena de suministro en Alemania y de montaje final en la planta de Sevilla), pero desveló algunos de los escollos localizados en la certificación militar: el lanzamiento de tropas (complicaciones en los saltos simultáneos desde las puertas laterales) y elevadas exigencias en los sistemas de autodefensa.
La meta para 2016 es producir 23 A400M (cinco más) y duplicar las entregas hasta superar las 20. Eso sí, el número de despachos a los países clientes dependerá de cómo evolucione la negociación que hay en curso sobre el calendario y las indemnizaciones. Las conversaciones se vienen desarrollando desde hace más de un año, pero la intención es que de aquí a pocos meses se llegue a un acuerdo. "Todo está sujeto al diálogo con los estados: unos son más receptivos y con otros es más complicado llegar a un entendimiento", declaró Enders, sin aclarar quién está en cada bando.
En estas negociaciones, uno de los puntos que también se abordará será el precio. Se trata de la primera ocasión en la que Airbus recoge este asunto en la nota de prensa sobre sus resultados. "El grupo está trabajando con sus clientes para pactar el nuevo calendario de calificación de las capacidades militares y las entregas, así como para revisar las fórmulas de aumento de precios", reza el documento. Sin embargo, y a preguntas de este periódico, el presidente del grupo Airbus matizó que eso no implica cambiar las condiciones del programa ni pedir un esfuerzo extra a los compradores para sacarlo adelante. "No creo que aceptaran pagar más por nuestros propios problemas", afirmó. Más bien se trata de la activación de una cláusula del contrato, por la que se actualizan los precios de la mano de obra y los materiales utilizados.
Hasta el momento se han entregado un total de 23 aviones A400M (dos en 2013, ocho en 2014, once en 2015, y dos en lo que llevamos de 2016). Airbus D&S ya tiene otros dos aparatos terminados en la factoría de Sevilla listos para entregarse a la RAF británica. "Todos los clientes están encantados con el producto", presumió. España recibirá su primera aeronave en el segundo cuatrimestre de este año, plazo que podría variar en función de las negociaciones de Airbus con los países.
De lo que no se habló ni una sola palabra en la conferencia de prensa fue de las ventas futuras del A400M. La campaña de exportación no termina de dar su primer fruto, pese a que se viene hablando desde hace meses del interés de Egipto, Jordania, México o Emiratos Árabes Unidos. En la actualidad, el proyecto cuenta con 174 pedidos de los siete socios iniciales (España, Francia, Reino Unido, Alemania, Turquía, Bélgica, Luxemburgo) y el primer país de exportación: Malasia.
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