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Economía

Algeciras y Huelva se disputan la refinería que Irán construirá en España

  • El Gobierno da preferencia a la opción del Campo de Gibraltar por su alto desempleo Huelva cuenta con espacio y un posible socio, Magtel

Las posibilidades de que la refinería que pretende construir Irán en España se localice finalmente en Andalucía son muy altas. Ayer mismo, el ministro de Exteriores español, José Manuel García-Margallo, se atrevió incluso a dar el nombre de Algeciras. "Se está contemplando la posibilidad de que Irán establezca una refinería en España y, muy en concreto, en Algeciras, lo cual contribuiría a crear puestos de trabajo en el Campo de Gibraltar, que ha sido una de mis máximas preocupaciones", indicó el ministro.

García-Margallo recordó que esa inversión, la destinada al campo de Gibraltar, iba a llegar de la petrolera estatal rusa Rosneft, pero las conversaciones con esta compañía se interrumpieron como consecuencia del conflicto entre la Unión Europea (UE) y Moscú por la crisis de Ucrania, que derivó finalmente en sanciones económicas. "La inversión iraní puede suplir el vacío teórico" de la ausencia de la empresa rusa.

Sin embargo, y a pesar de la versión oficial del Gobierno, fuentes conocedoras de las negociaciones aseguran que Huelva también tiene opciones de acoger esas instalaciones, debido a que, en el Campo de Gibraltar, no existe suelo disponible para una industria de esas dimensiones. Podría ocurrir, afirman esas fuentes, que Irán optara por la compra de una instalación ya existente pero esa posiblidad queda descartada ya que fuentes de Cepsa -que cuenta allí con la refinería de Gibraltar-San Roque- niegan que haya existido ningún tipo de contacto.

El proyecto de Huelva ya tiene, incluso, localización exacta y socio español. Según esas fuentes, estaría situado en la localidad de Palos y ocuparía los terrenos que la Autoridad Portuaria de Huelva tiene libres y a disposición de las empresas que tengan interés en instalarse en ellos. Los representantes iraníes contarían, además, con la empresa andaluza Magtel como partner de referencia,una firma con experiencia en el sector minero, energético, de telecomunicaciones, agua e infraestructuras. Presidida por Mario López Magdaleno, en su web asegura haber facturado más de 100 millones de euros en los últimos cinco años. Los contactos mantenidos en los últimos meses para estudiar las posibilidades del proyecto han sido de carácter reservado. Pero Irán, según esta versión, busca un puerto bien situado desde un punto de vista geográfico, con suelo ocioso y que cuente con experiencia en el trasiego de petróleo y combustible, sin olvidar ciertas garantías en el plano social, político y sindical. El Puerto de Huelva cumpliría todos estos requisitos, aunque la oficialidad dada por el Ejecutivo a la opción de Algeciras podría restarle posibilidades.

En la comarca de Gibraltar la instalación de la refinería, de hecho, se vería como una oportunidad para paliar el alto nivel de paro de la zona, uno de los más altos de España y Europa. Y ésa es una baza que el Gobierno de España no quiere dejar de jugar.

Irán anunció la inversión petrolífera en España el pasado 10 de enero, después de que se confirmara el levantamiento de las sanciones internacionales al país tras cumplir con las exigencias sobre su programa nuclear. El viceministro de Petróleo y director gerente de la Compañía Nacional Iraní de Refinado y Distribución (Niordic, según sus iniciales en inglés), Abás Kazemi, afirmó ese día que el proyecto forma parte de la iniciativa iraní de contar con refinerías en el exterior.

Entonces, aseguró que el socio local debía poner el 50% de la inversión y la compañía nacional iraní la otra mitad. El proyecto que tienen en mente las autoridades iraníes es el de una refinería de tamaño medio, con una capacidad de procesamiento de 200.000 barriles de crudo diario, cifra bastante próxima a los 190.000 barriles que refina Cepsa La Rábida tras su ampliación y Cepsa-San Roque, con 250.000. En cualqueir caso, sería un proyecto de mucha envergadura, ya que la ampliación de la Rábida requirió en su momento de una inversión de 1.000 millones de euros. En el caso de Irán, la cifra podría rondar los 3.000 millones de euros.

Como afirmó ayer García-Margallo, "se abren muchas oportunidades para la estabilización de la región, y para nuestras empresas buenas oportunidades de negocio". Y es que, en efecto, "hay que reconstruir todo el aparato energético de Irán y nosotros estamos muy bien colocados, nuestra situación política en Irán es muy buena, ya que nos anticipamos a otros países y estamos muy bien situados", afirmó.

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