España pide a Airbus cambiar A400M por aviones de reabastecimiento en vuelo
Defensa asegura que "la prioridad" es hacerse con tanqueros, pues la vida útil de la flota actual finaliza en 2017 A cambio, propone ahorrarse la compra de 13 aviones militares
El Gobierno ha pedido un trueque a Airbus con el objetivo de cubrir sus necesidades de defensa más inmediatas y al mismo tiempo poder ajustar el presupuesto destinado a este capítulo. El secretario de Estado de Defensa, Pedro Argüelles, desveló ayer que está negociando con el fabricante aeroespacial europeo cómo "coordinar" el "exceso" de aviones militares A400M que España tiene encargados -un pedido inicial de 27 unidades- con la necesidad "inminente" de contar con aviones de reabastecimiento en vuelo, como el A330MRTT de la compañía.
En un encuentro informativo previo a su intervención en la Comisión de Defensa del Congreso, Argüelles destacó la necesidad del Ejército del Aire de adquirir aviones cisterna en sustitución de los Boeing 707 que actualmente realizan esa labor y que dejarán de estar operativos en 2017-2018. Reconoció que "hay relativamente poco tiempo" para buscar una solución y no perder la "capacidad estratégica", por lo que admitió que se están estudiando "distintas fórmulas" para poder comprar algunas unidades del A330MRTT. Entre ellas, esbozó la posibilidad de recortar el pedido de A400M al que inicialmente se comprometió España.
Éste sería el segundo cambio que el Gobierno intentaría introducir en el programa del avión militar, dado que los recortes presupuestarios le llevaron a anunciar el año pasado su intención de vender 13 de los 27 aparatos contratados. En esta ocasión, lo que propone Defensa a Airbus es cambiar esas 13 unidades que se pretendían exportar por tanqueros, más necesarios en la actual coyuntura para la Fuerza Aérea española.
Fuentes de Airbus confirmaron ayer a este periódico que el precio de un A330MRTT es el doble del de un A400M, por lo que, de aceptarse la estrategia del Ejecutivo, el coste de aquellos 13 aparatos vendría a equivaler al de seis aviones cisterna. No obstante, Argüelles no avanzó cuántos tanqueros necesitaría España de forma más o menos inminente.
Desde el fabricante europeo no se quiso indicar si la oferta del Gobierno había sido bien recibida en su seno, pero el secretario de Estado de Defensa admitió que llevar adelante esta operación "va a ser difícil", pese a que su intención es que ambas partes salgan beneficiadas.
El programa del A400M, cuya planta de ensamblaje final se encuentra en Sevilla, no gana para sobresaltos. A una trayectoria salteada de retrasos y sobrecostes, se han unido en los últimos años los recortes que están sufriendo los presupuestos de Defensa de los países compradores de la aeronave. Fruto de estas estrecheces, algunos Estados han cancelado parte de sus encargos, otros han pospuesto la recepción de los aparatos, otros han anunciado que venderán parte de la flota y todos ellos presionan fuertemente para que haya una rebaja de costes. Además, la campaña de exportación va lenta y aún no se ha conseguido vender ni una unidad a países que no fueran socios iniciales del programa. Sin embargo, desde Airbus son rotundos al asegurar que, pese a todos estos contratiempos, "el proyecto no está en riesgo". "El programa no está comprometido, cada vez hay más interés por parte de potenciales compradores y los presupuestos de Defensa empiezan a remontar", indican fuentes del constructor. "Es más, varios contratos están a punto de caer; será cuestión de seis u ocho meses", avanzan.
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