Sólo dos yerros, pero fatales

Informe técnico

El Sevilla recupera la mejor versión de su clásico 4-4-2 gracias a la chispa de las bandas y a la rápida circulación · Sin suerte arriba, faltó más fuerza en la medular.

Foto: Antonio Pizarro
Foto: Antonio Pizarro
Eduardo Florido / Sevilla

18 de febrero 2011 - 07:08

Definitivamente, el viento no sopla a favor de un Sevilla que en los dos últimos partidos ha visto cómo su mejor versión en mucho tiempo fue castigada con dos derrotas durísimas. Si la de Santander fue cruel por cómo llegó, más o menos se puede decir lo mismo de la de ayer, que además puede significar, ahora sí, el fin de una era, la del gran Sevilla europeo. Los octavos de final de la Liga Europa se han puesto dificilísimos porque enfrente está un rival que no se equivoca nunca, y este Sevilla que ha mejorado su juego paga de forma fatal cualquier error, como pasó en los dos goles. Manzano apostó por el 4-4-2 y esta vez funcionó como antaño, salvo por el pequeño matiz de que perdió. ¿Tiene la culpa el sistema de la derrota? Puede que no, pero en los dos goles erraron Rakitic y Medel, quizá mermados por tener que ocupar tanto terreno.

Defensa

En un inicio dubitativo, el Oporto enseñó los dientes con varios córners y faltas que hicieron temer lo peor, pero la concentración de toda la defensa, la anticipación de Sergio Sánchez, la buena marca de Fazio sobre Hulk y la enorme labor de hombre escoba de Medel hicieron reaccionar a un equipo que siempre estuvo rápido para presionar y evitar el arma más temible del Oporto, su veloz salida a la contra.

Los dos laterales, Martín Cáceres y Fernando Navarro, a pesar de que tenían la orden de subir y la cumplieron, se replegaron con rapidez y estuvieron vivos para frenar en campo contrario el inicio de los ataques rivales. Pero hubo dos fallos defensivos muy aislados en la retaguardia. No se puede hablar de psicosis, sino de dos yerros en los que medió un peligrosísimo cóctel de despiste e infortunio.

El 0-1 llegó a balón parado y Palop estuvo más pendiente de pedir el más que probable fuera de juego que de salir a tapar el remate. La falta, eso sí, llegó tras una mala cesión atrás de Rakitic, quizá lastrado entre tantas piernas rivales. Y en el 1-2, Medel, que estaba haciendo un partido inmaculado, cedió ante la presión, perdió el balón y Sergio Sánchez se durmió ante un disparo en semifallo que se convirtió en una asistencia de gol.

Ataque

Con Rakitic y Medel, el Sevilla recupera la rápida circulación, al toque. Además, Jesús Navas está finísimo y rápido, suelto, encarando. Y Perotti controla siempre a la primera, de espaldas y de cara. Si a eso se suma que los laterales se desdoblan con criterio, el resultado es que el Sevilla vuelve a ser muy profundo por fuera. Rakitic hace circular el balón de banda a banda, Luis Fabiano está eléctrico en los controles y los desmarques y sólo falla que Kanoute llega algo tarde.

Pero el franco-malí aparece en la segunda mitad. Pisa área cuando el Sevilla aprieta el cerco; empata a balón parado; e incluso puede hacer el 2-1 a bocajarro tras una gran jugada colectiva, pero falla. Tampoco tuvieron suerte en el remate Luis Fabiano y Fazio. La cascada de ocasiones se diluye junto a la raya.

Virtudes

Se ve un nuevo Sevilla, con chispa, con fe, con llegada y participación.

Talón de aquiles

Demasiado campo para Medel y Rakitic ante tanto rival.

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