La heterogeneidad de un soñador

Eduardo Fedriani Espejo. Ex gimnasta de élite y participante en numerosas producciones artísticas

La heterogeneidad de un soñador
La heterogeneidad de un soñador
Daniel Lagos

12 de abril 2010 - 05:02

Eduardo Fedriani tenía 11 años cuando empezó a practicar la gimnasia con serias intenciones de competir a alto nivel. Un año y medio más tarde, se presentaba al Campeonato de España y terminaba entre los cinco primeros. Era un comienzo esperanzador para un deportista destinado a lograr sus metas. Hoy, a sus 35 años, sigue practicando el deporte y participa activamente en competiciones internacionales, todo ello compaginado con su participación en el mundo artístico y cinematográfico.

Eduardo cuenta sus inicios: "La Federación Española me propuso ir a Madrid a entrenar y no dudé en hacerlo. Era muy pequeño, y me metieron en el ADO con un técnico ruso". Pero un hecho cortó la progresión de este sevillano: "En una exhibición televisada en el 89, me lesioné los dos tobillos y eso cortó mi futuro cuando estaba a punto de ir al Campeonato de Europa". Poco a poco fue dejando al margen la competición y decidió volver a Sevilla: "Tenía aquí a mi familia, quería seguir entrenando pero en Sevilla era muy complicado, así que lo dejé".

Pese a ello, a los 22 años volvió a competir cuando Jesús Carballo reinaba en el mundo de la gimnasia: "Fui al Campeonato de España y gané medallas; entonces pedí entrenarme con la selección española pero ya tenía 25 años y no quisieron apostar por mí. Mi idea era llegar a los Juegos de Sidney, pero ya era mayor".

Aunque la vida de Eduardo tenía reservadas cartas inesperadas. Cuando retomó la práctica de la gimnasia, surgieron propuestas de trabajo que se adaptaban perfectamente a su capacidad física: "Trabajé en los espectáculos de Isla Mágica haciendo de acróbata, además de participar en actuaciones de otros parques temáticos. Luego fui a Madrid y trabajé como especialista en cine". Una de sus últimas actuaciones la tuvo en la película Knight and day, rodada en Sevilla hace unos meses y aún por estrenar: "Soy uno de los que van en los coches disparando a Tom Cruise". Pero Eduardo no abandonó el deporte y sigue logrando grandes retos: "En enero hice salto de trampolín al agua, fuimos a Holanda a un campeonato y quedé primero y segundo en dos categorías". Sin duda, la historia deportiva de Eduardo aún está por terminar.

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