Triste adiós al primer objetivo

Voleibol l Copa Príncipe

El Cajasol Voley, que llegaba al torneo con la vitola de máximo favorito tras su excelente campaña en liga, cayó sin excusas ante un Vigo muy superior siempre

Alan Santos intenta superar el bloqueo vigués.
Alan Santos intenta superar el bloqueo vigués.
Redacción / Castellón

07 de febrero 2010 - 05:02

El Cajasol Voley se estrelló contra un buen Vigo y se quedó fuera de la final de la Copa Príncipe, protagonizando la sorpresa de la jornada al caer con una autoridad y contundencia impropia de los pronósticos que se manejaban antes del torneo por 0-3 (19-25, 22-25 y 22-25).

El Vigo empezó la segunda semifinal con un ritmo frenético que rompió los planes de su rival, campeón de la fase regular. El conjunto gallego hizo valer su mayor contundencia ofensiva para adjudicarse el primer set por 19-25, a pesar de los denodados esfuerzos de los nazarenos por contrarrestar la avalancha que le venía encima. En la segunda manga la igualdad entre los dos primeros clasificados de la fase regular volvió a ser patente. Ninguna lograba ventajas superiores a los dos puntos, aunque los vigueses llegaron al 15-17 gracias a la fluidez ofensiva que conseguía el equipo. Cuando los bloqueos sevillanos empezaron a funcionar, la progresión del Vigo se complicó, pero la renta se mantuvo de forma casi imperceptible. Nassini, con sus remates, permitió nivelar la contienda, pero un remate cruzado de Silva colocaba un prometedor 19-21 para los gallegos.

El tiempo muerto del Cajasol, solicitado por José Manuel González, Magú, fue inmediato. Y la táctica sirvió porque Ederson da Silva imitó a su rival para subir el 20-21 y empatar acto seguido. El tiempo lo solicitó entonces Flavio Calafell, quien logró el resultado esperado porque sus jugadores acertaron a sellar el 0-2 por un ajustado 22-25.

El Cajasol tenía que remontar y lo consiguió a base de casta, defensa y ataque... pero sólo en los primeros compases del tercer set. El Vigo tenía bien estudiado a su adversario y supo llevar la iniciativa tras las dudas iniciales. Segura quiso iniciar la ansiada remontada, un poco tarde tras varios intentos previos frustrados, pero su potente remate (17-20) encontró la respuesta en forma de tiempo de los gallegos para cortar esa progresión. El doble bloqueo de Justiniano y Blanco devolvía a los sevillanos a la cruda realidad (17-22). Los gallegos se multiplicaron en defensa para no dejar escapar el 0-3 y, de hecho, ni un remate de Morata ni un bloqueo de Nassini lograron impedir la victoria viguesa.

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