El día de la protesta

El beticismo vuelve a estar en pie de guerra, si es que alguna vez no lo estuvo en estos últimos meses. A la fuerte protesta llevada a cabo en el encuentro del domingo, se sumó ayer un incidente desagradable, protagonizado por los hinchas más radicales de la entidad. Unos 30 de ellos se personaron en el entrenamiento vespertino del equipo verdiblanco para expresar su disconformidad con el rendimiento que viene ofreciendo en el campeonato.

La historia es la siguiente. Tapia había preparado una jornada de doble sesión y mientras se desarrollaba la segunda del día, los 30 radicales aparecieron en la ciudad deportiva. Sin problema alguno, los mismos saltaron la valla del campo de entrenamiento y se dirigieron hacia los jugadores, con la intención de dialogar con los capitanes. Algunos miembros de la plantilla se acercaron hasta ellos e intentaron calmarlos, aunque fueron el propia Tapia y Merino quienes acabaron por apaciguar los ánimos.

La escena, que no duró más de dos minutos, finalizó con los radicales abandonando el campo de entrenamiento con cánticos dirigidos hacia la plantilla. "¡Jugadores, mercenarios!" o "¡Estos jugadores no sienten los colores!" fueron algunos de los gritos dirigidos hacia la plantilla, a la vez que se produjo el lanzamiento de una bengala.

A los pocos minutos, furgones de las fuerzas de seguridad hacían su aparición en la ciudad deportiva, ante el temor de que se pudieran repetir los incidentes de hace unos meses, cuando los aficionados lanzaron objetos hacia los jugadores. Pero la protesta, denominada pacífica por algunos de los participantes en la misma, ya había terminado. "Que tomen nota los jugadores y si ellos no aprietan, ya les haremos hacerlo", repetía alguno de los participantes en la invasión del entrenamiento, lanzando un aviso a la propia plantilla.

Pero la protesta de los más radicales no fue la única del beticismo. Distintas páginas webs no oficiales sobre el equipo verdiblanco también decidieron ayer llevar a cabo una protesta, ante la degradación que según ellos viene viviendo la entidad. Así, durante 24 horas y a partir de las doce de la noche se ha llevado a cabo lo que han denominado un Apagón Bético, y en las distintas webs aparece un fondo negro con un lazo verde, bajo la leyenda "Por un Betis digno, por un cambio necesario".

La protesta de este amplio sector del beticismo, que también fue uno de los puntos de apoyo del movimiento generado el 15-J, no sólo se dirige al apartado deportivo, en el que se centraron los más radicales, sino que aluden a la situación institucional de la entidad. "Por maltratar a la afición, dividirla y enfrentarla. Por olvidar nuestra historia y repudiar nuestros mitos. Por burlar su centenario, a su escudo y su bandera. Por robarnos la simpatía y el respeto en toda España. Por no cumplir las promesas, por no asumir los errores. Por no escuchar a su gente, por machacar al insurgente. Por sumirnos en la indiferencia, y quitarnos la ilusión. Por arrastrar nuestro nombre, y abochornarnos cada día. Por no estar representados, por sentirnos indefensos. Por no cuidar la cantera, por no tener transparencia. Por carecer de estructuras, por vivir en el pasado. Por engañar, engañar, y nada más que engañar. Por judicializar nuestro club. Por apagar nuestras almas. Porque podríamos seguir y seguir… Porque la mejor afición del mundo no se lo merece… Porque hay que decir ¡BASTA!", se puede leer el comunicado realizado.

Los radicales, por un lado, protestaron ante la situación deportiva, dirigiéndo su amenaza hacia los jugadores. Por el otro, las plataformas de béticos siguen reclamando un nuevo Betis. Y todas las miradas van a Lopera.