Cuatro modelos, un solo entrenador

Aunque casi sería necesario que el Betis publicase en su página web el contrato de José María Nogués para que más de uno creyese en la renovación automática del mismo si el equipo logra mantener la categoría, de lo que nadie duda es de que, estando Manuel Ruiz de Lopera de por medio, cualquier papel nace ya mojado. De ahí que la continuidad del catalán, premisa cumplida, no se dé por hecha desde ningún foro, ya mane del propio club o de círculos más o menos cercanos o interesados.

Las alternativas son variopintas y, además, atienden a modelos diferentes. Cada uno tiene sus pros y sus contras. Desde ese Lorenzo Serra que se coló a primeros de semana en la escena hasta viejos anhelos como José Luis Oltra pasando por algún mediático como Michael Laudrup que no acaba de encontrar el rumbo.

1. Serra, carismático

Lorenzo Serra anda como loco por regresar al Betis. Aunque no lo confiese abiertamente, le agradaría un retorno como entrenador, como director deportivo e incluso como alternativa al poder establecido, aunque esta opción la juzga tan lejana que recientemente tendió la mano a un posible acercamiento con Lopera. "Si me llama, lo escucharía", dijo el lunes en Onda Giralda. El mandamás bético sabe que, con el mallorquín al frente, la afición lo dejaría en paz e incluso podría recuperar parte del terreno perdido y volver al primer plano, más allá de esas entrevistas clandestinas en sus medios de comunicación propios.

El posible regreso, muy complicado por el pasado más reciente de Serra, colaborador de grupos opositores y quién sabe si preso de alguna declaración, es aún embrionario. Pero si hubo una segunda etapa, puede haber una tercera. Su carisma es incomparable y sólo Juande Ramos gozaría de un crédito similar entre la sufrida afición bética.

2. Oltra, emergente

Manuel Momparlet ya contactó este invierno con José Luis Oltra, quien sería el entrenador del Betis de haber sufrido el equipo de Chaparro en Valladolid la quinta derrota consecutiva tras caer ante Atlético, Athletic, Almería y Málaga. El valenciano hubiese dejado su proyecto de ascenso con el Tenerife, al revés que Pepe Mel, quien se había negado por segundo año consecutivo a coger al Betis en marcha.

Hoy, los dos son candidatos, asciendan o no a sus equipos, ya que componen el perfil de técnico que gusta a Momparlet: joven, estudioso y al alza. Un tipo de técnico que se puso de moda tras el fichaje de Rafa Benítez por el Valencia. Marcelino, Emery y Arconada son los últimos ejemplos habidos.

Si Oltra es el preferido del director deportivo, la amistad de Mel con Ángel Martín lo devuelve al primer plano tras el posible regreso del economista al consejo de administración.

3. Laudrup, mediático

Michael Laudrup, tras su fracaso en el Spartak de Moscú, vuelve a buscar trabajo en España. Ya estuvo el verano pasado en cartera del Betis y cuenta con un aval seguramente importante, como es su representante, el controvertido Bayram Tutumlu, quien tras alguna polémica con Lopera, al que desacreditó públicamente, logró meter la cabeza en el club por medio de Mehmet Aurelio.

El agente turco, ya desde que sintió que Chaparro estaba en tenguerengue, intensificó sus contactos con la calle Jabugo para hacer ver que Laudrup es la mejor opción para el Betis.

Lopera valora mucho del danés su poder mediático, principalmente por haber sido un excelso futbolista, y el crédito sin límites del que goza entre los medios de comunicación de la capital de España por su pasado madridista, pese a que en el Getafe su papel fuese tan piropeado como mejorable.

Quique Sánchez Flores, que podría ajustarse a este modelo tras haber sido estandarte del anterior, es otro de los candidatos junto a otro ex jugador madridista, Hugo Sánchez.

4. Nogués, cercano

Es el actual entrenador del Betis y, más allá de resultar un técnico cómodo y económico para Lopera, tiene contrato en vigor si el equipo salva la categoría. Se compagina muy bien con Momparlet, al que, lógicamente, da el sitio que otros le discutían (Serra, directamente, volvería a orillarlo), goza de predicamento entre el personal del club y se va ganando a la plantilla con sus decisiones. El hándicap está en su caché si llegasen dos reveses tempranos.