Chequeo a la tregua

Getafe | sevilla · la previa

Reto El Sevilla, con una preocupación menos desde el jueves, busca un triunfo en Getafe para reforzar el fluctuante crédito de Jiménez 'Tourmalet' El calendario aconseja no dejar pasar la ocasión ante la amenaza de Valencia, Barça, Madrid y Villarreal

Luis Fabiano y Maresca, en una imagen tomada ayer en San Pablo antes de embarcar.
Luis Fabiano y Maresca, en una imagen tomada ayer en San Pablo antes de embarcar.
Jesús Alba / Getafe / Enviado Especial

16 de noviembre 2008 - 05:02

Vuelven los delanteros, vuelve la tranquilidad. Un gol salvador de Kanoute ante el Recreativo y otros tres de Luis Fabiano a la Ponferradina han devuelto la aparente tranquilidad al sevillismo, aunque pese a ello siga con pinturas de guerra contra su entrenador. La tregua tiene vigencia hasta que surja un nuevo tropiezo del que no está libre ningún equipo del mundo, ni el Real Madrid a cuyo técnico le mencionaron ayer a Jiménez a modo de comparación ni ese Barcelona que solventa casi todos sus partidos -el Basilea arrancó un empate del Camp Nou cuando todos esperaban otra goleada- a ritmo de samba.

Es verdad que el momento tiene que ser propicio para, después de una semana negra con cuatro derrotas, cerrar una inmaculada con un trío de victorias. El Getafe se presenta como el rival propicio por varias circunstancias complicadas con la reciente eliminación copera a manos de Osasuna. Bajas de gente importante como el Cata Díaz o Manu del Moral, jugadores defendiendo públicamente el trabajo de un entrenador ya muy cuestionado, una afición intranquila... Lo que ocurre es que el estadio madrileño no es un escenario donde los sevillistas se encuentren muy cómodos. Los precedentes hablan de noches de desatinos propios y de mucha presión por parte de un equipo que tiene en el ex sevillista Casquero a una de sus referencias. El equipo de Manolo Jiménez, una vez quitado de encima el peso de la Copa del Rey y la inquietud que sembró la Ponferradina con aquel gol en el tiempo de prolongación en El Toralín, viaja con una preocupación menos y confiando en que la paulatina recuperación de efectivos empiece a notarse en los resultados y en el rendimiento del equipo en los partidos. Es verdad que vuelven unos y se caen otros o no dejan de ponerse al cien por cien, pero al menos el equipo titular que puede presentar el técnico de Arahal suele ser de garantías y acaba asustando a los contrarios. Una vez más tienen que hacer bulto jugadores de los escalafones inferiores, pero la sola presencia de Kanoute y Luis Fabiano hace pensar al aficionado que hay entidad y material para ganar en cualquier campo.

La pareja de delanteros que supone la envidia de media Europa ya se deja notar en este Sevilla que se había metido en una crisis arrastrado por la falta de efectivos y la animadversión que no logra dejar de generar Manolo Jiménez. Entre los dos solucionaron dos papeletas difíciles ante Recreativo y Ponferradina y la suma de ambos debe abrir más la herida del Getafe, un club que está ofreciendo quizá esta temporada su peor versión después de haber coleccionado elogios en etapas anteriores y variopintas con entrenadores de más cartel y mucha mejor prensa como Quique Flores, Schuster o Laudrup. Ahora es un equipo más plano, que no está mal clasificado -es octavo a sólo dos puntos de la UEFA-, pero que en casa sólo ha ganado un partido, al Valladolid, y ha cedido hasta dos derrotas con dos de los teóricos rivales en la Liga del Sevilla, Atlético y Valencia.

Para el Sevilla es una oportunidad parecida a la que tuvo hace dos semanas en Pucela, un encuentro que se torció por extrañas circunstancias entre las que influyó la expulsión de Luis Fabiano, pero que en opinión de muchos no se hubiera escapado estando en el campo la templanza y el juego con balón de un hombre que hoy sí estará salvo decisión contraria del entrenador como Kanoute. Y al equipo de Nervión le interesaría muy mucho agarrarse a estos puntos que hoy pone en juego Delgado Ferreiro porque a la vuelta de la esquina le aparece por el calendario el capricho de los mandamases de la Liga, ese Tourmalet con que experimentan este año no se sabe con qué intención y con la careta de un sorteo, el de todos los años en el mes de julio. Valencia, Barcelona, Real Madrid y Villarreal van a ser los próximos en poner a prueba el crédito de Jiménez y no sería una buena noticia para el técnico sevillano que hoy se fuera de aquí malherido con una nueva derrota.

Como no podía ser de otra forma, tendrá que volver a quebrarse la cabeza para cubrir alguna posición. En este caso la nueva lesión de Adriano y la recaída de Diego Capel obligan al técnico a buscar una solución de urgencia. Dos opciones se antojan las más razonables y una de ellas hasta la mencionó el preparador en su análisis pre-partido. Jesús Navas el jueves demostró que desde el perfil izquierdo también puede sorprender y tiene mejor perspectiva de disparo. Significaría la oportunidad para un De Mul que amaga pero que no da cuando ha tenido la ocasión. La otra posibilidad es utilizar a Renato o a Romaric por esa zona y reforzar el centro. El costamarfileño lleva ni se saben los partidos disputados como titular y necesitará algún día un descanso y el brasileño ha hecho en otras ocasiones correctamente esa función. Con unos o con otros, lo que no sería lógico es que sin uno de los extremos, Jiménez privase a su equipo de uno de sus dos delanteros, dos hombres que han demostrado que son necesarios y que, a día de hoy por sus goles, son los artífices de la tregua.

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